viernes, 19 de abril de 2024
Blitzkrieg
sábado, 13 de abril de 2024
Los deberes antes del examen
jueves, 11 de abril de 2024
Dulciagrio
lunes, 8 de abril de 2024
Heja BVB
Y así llegamos hasta el hoy. Dortmund, una ciudad por y para el fútbol, que adora a un club cuyo escudo es el posavasos más bello, y que todavía tiene los puntos frescos de la herida de la última Bundesliga, donde la cagaron en casa con todo a favor contra el Mainz 05, el Maguncia, el equipo donde Jürgen Klopp llegó a ser algo como futbolista, pero siguen cómodamente asentados en los clubes de la nobleza el segundo puesto de la clasificación histórica liguera. A años luz del Bayern, pero con otro datito chulo: Nuremberg y Dynamo Berlin tienen un campeonato más, que la RDA también tiene derecho, e izquierdo. Nos encontramos además en un 2024 en que el Signal Iduna Park cumple medio siglo (como buena efeméride, palmaron en casa ante el Stuttgart). El estadio tiene que ser una puta pasada visitarlo, con la tasa de afluencia más alta de europa siempre, y con la joya de la corona, la inquebrantable pared amarilla de la Südtribune, sigue siendo la envidia de las gradas de animación europeas. Allí se jugaron excepcionales partidos como la final Liverpool vs Alavés o las semis Alemania vs Italia de 2006, quién sabe si la vuelta de estos cuartos engrosará esa lista. Ellos se jactan de tener el estadio más bonito del mundo y, copiando al dicho de Sevilla, lo peor es que puede que tengan razón. En el sorteo ambos nos hacíamos ojitos y bien que nos alegramos, pero a ver quién se alegra cuando el sudor y quizá la sangre empiecen a correr.
lunes, 1 de abril de 2024
A gusto
lunes, 18 de marzo de 2024
Bajar
La primera parte ni la vi por la hora, al cuarenta iba 0-0, refresco al minuto y 0-1 con gol del niñato (no lo pienso ver). Una puñalada al páncreas fue eso, lo reconozco. Es ver esa puta cara afeminada me da ganas de vomitar y de pensar mil torturas. ¿A quién coño se le ocurre no poner cláusula del sentido común a este capullo cuya única motivación es jodernos? Y ¿a quién coño se le ocurrió fichar a ese tío dilapidando lo de Griezmann en vez de hacer un Simao-Forlán 2.0? Luego que sí, que muchas jugaditas, lo sabíamos todos, y muchos no nos quejaríamos, porque por algo se la habrían jugado tantísimo. El mayor error de la historia del Atleti. Tuve el descanso para aclimatarme, y el puto Bati me sedó, y quizá también al propio equipo, con sus palabras de que estaba "convencido de que lo ganábamos". Que estaba "tranquilísimo" y demás mierda. Yo también esperaba un empatito, o mejor dicho, lo firmaba con sangre de otro sí hacía falta, así que me quedé incrédulo cuando llovieron los goles. También es verdad que las contundencias fueron un tanto dispares esta vez, pero el baile fue considerable. No me gusta nada esta sensación prepandemia de estar aún peleando la clasificación para la Champions y la propia competición, aunque esos cuartos sean gloria bendita. En ese trabalenguas nos podemos quedar sin lo uno ni lo otro. Dos semanas para descansar, si acaso hacer un calendario en sucio y escribir algo sobre la historia del Borussia Dortmund y de paso practicar mi alemán. Algo me dice que nos enfrentaremos de nuevo a estos cabrones, que ayer también vestían de amarillo, antes de que acabe la temporada, así que más le vale al Cholo comprarse una chaqueta nueva, para tener manga para los ases que nos harán falta si queremos hacer algo ilógico. Así estoy yo de pirao: por un lado sueño con ella y por otro veo chunguísimo quedar cuartos.
jueves, 14 de marzo de 2024
El opio del Atleti
viernes, 1 de marzo de 2024
y te rendiste en febrero...
miércoles, 21 de febrero de 2024
Ma non troppo
martes, 13 de febrero de 2024
Nunca vienen solas
Las desgracias. "Morata se ha roto el cruzado". No lo quería creer, y por suerte fue menos. Encima hay que dar gracias no te jode... Yo estaba dispuesto a aguantar, a motivarme a su debido tiempo la víspera de cada partido de este truculento febrero pero... La situación es poco halagüeña con la lesión de Álvaro. Solo se me ocurre Griezmann como pieza más clave que él. Y ahora tenemos que ir a remontar a Bilbao y a aguantar a Milán sin él... No hablemos ya de los compromisos ligueros, donde tenemos que estar con un ojo en nuestros padres hijoputativos a ver si como anoche, pinchan en Almería y nos llevamos una alegría. Febrero se las trae, y yo asumo el reto, que me acuerdo de no tener más que liga hace un año, pero sin Morata en ese descanso forzado en forma de lesión... me hundo a poco que lo pienso. Me recuerda a cuando se lesionó Suárez en los últimos partidos de la liga 2021. Volviendo a Sevilla, siempre fue tierra hostil, apenas vi el partido, pero contaba con un empatito al menos. Con esa mentalidad pues así nos fue. Allí siempre que perdemos es de esa guisa, con fallando ocasiones claras, por la mínima, y sucumbiendo a los espasmos de raza palangana. Por si acaso, a animar a partir de ahora al resto de españoles en Europa, por si caemos a la quinta plaza (está dificilísimo quedar entre las dos mejores ligas) no quedarnos sin Champions como nos quedamos sin diecinueve para este mes clave. Desde ya me pongo la máscara de optimista, lo prometo.
jueves, 8 de febrero de 2024
Desesperando
Desde Leipzig no recordaba un mazazo comparable. Esto de sentir que es la tuya, que incluso eres favorito, que hay que ganar, y llevarte esta bofetada continua de frustración. Ay, Reinildo de mi vida... Te perdono, pero ayer me mataste. Por si fuera poco luego se me paró el corazón cuando caíste raro en otro lance y creí que te habías roto. Estos hijos de puta que nos odian incluso cuidaron su equipación para creerse el Madrid y no llegan ni a Sevilla. Pero lo cierto es que el rival y su portero gigante no pasaron muchos apuros. Nunca olí la sangre aunque hicimos mucho más. De hecho el cruel marcador que no se lo creen ni ellos... ni yo aún. Como guinda de este pastel amargo, recorrimos todos los caminos de ida y vuelta de la angustia a la esperanza en menos de dos minutos con ese fueradejuegopenalty a Morata. Quedan tres largas semanas, tanto que febrero tendrá un día más para no dejar de creer en un, ahora más que nunca sueño, de ganar la Copa. Espero que los jugadores no estén tan pochos como yo, que creo que se puede remontar, pero solo quiero jugar ese partido, estoy desconcertado, los demás no me interesan y me viene a la cabeza "En carne viva" de Raphael, así de mal estoy hoy cagontó.
lunes, 5 de febrero de 2024
Levantarse
jueves, 1 de febrero de 2024
Y volver a ganar
lunes, 29 de enero de 2024
Un hueso
viernes, 26 de enero de 2024
Intensa calma
¿O era agarrotamiento? Tan cerca y tan lejos de las semis. Este equipo se supera haciendo dramáticas ensaladas de emociones, que te tironean las pulsaciones como un cani con su Jog trucada. Al menos siguen terminando con final feliz en Copa. La víspera parecía como si se hablara más de los rivales en la próxima ronda, y más aún de grato que era que no estuviera ya el Parka, que de que enfrente había un rival reincidente, correoso, copero, y sobre todo dispuesto a llegar a toda costa a los penaltis, donde eran superiores. Hablando de los once metros, ahí fue donde por radio le empecé a tomar el pulso al partido, tras casi perder el mío propio en mi cirugía de "corte de grifo". A buen entendedor... Se falló, había que seguir remando, zapando, sobrevolando... Y así transcurrían los minutos, conmigo ya en primera fila con mi móvil sin moverme apenas, varado entre la parsimonia sevillana. No sé si eran los rescoldos de la sedación, o el manido miedo a que se escape el sueño en un escenario favorable, pero yo estaba lento, letárgico, como sin estar allí, con Marcao juez y parte de todo. Esto era un callejón con la salida cada vez más estrecha y oscura. Entró la moranca de Rakitic, mientras Ramos y el "Webo" Acuña me producían náuseas e incomodidad a partes iguales. Pero los más morrocotudos fueron los cambios del Cholo. Quitar de una tacada a Antoine y Morata para meter a Memphis y Correa me descorazonó tanto que ahí sí que me desperté, pero fue para peor. No daba mucho crédito, la verdad sea dicha. Seguían los goles anulados, los "son malísimos, pero éstos nos llevan a penaltis", y al final llegó lo soñado por Simeone y todos los que estábamos más tensos que en quirófano. Gol de Depay a pase de Angelito de Arabia. Digno de una novela barata y previsible, para cualquiera menos para nosotros, que no sabemos más que sufrir y nunca vemos venir los quiebros del destino de nuestro Atleti. Para más inri, ese último segundo truculento, que dentro de mi apatía de ayer, me hizo murmurar suplicando que no se concediera un penalty (me cago en tu calavera, Barrios) que nos habría sumergido en la mierda más absoluta de haber entrado. La Titoneta sigue colgando talismanes en su timón, Mario Suárez comentando en ESPN es uno de ellos, porque lo digo yo que soy el capitán. Pronto habrá que entrar en Nervión, pero no donde los palanganas afloran, sino el de la ría de Bilbao. Una batalla parricida donde en negro nos ganan ellos y en color nosotros entre los quince enfrentamientos coperos a lo largo de la historia, que ya lo he mirado. Hay que cargar víveres para llegar vivos a tan hostil terreno, aunque ya sepamos lo que es pasar una eliminatoria allí. Que al pasar por su lado, esa Gabarra atracada desde hace cuarenta años no nos inspire pena alguna, porque ellos no la tendrán de nosotros.
"La Copa que trajo nuestro Antic,
que yo la sueño y deseo tanto,
y que Miranda también nos dio,
contra el Real Madrid (BIS) "
viernes, 19 de enero de 2024
Humildad como reliquia
Desde nuestro prisma, la narrativa de los derbis está llena de puntos de inflexión, afines las muchas veces al abismo de la amargura, siempre tangenciales a la locura. En Copa nos sabemos aún más iguales que en Europa, pero tras el drama saudí, había una sensación similar a la de Milán: si se cae, la brecha será inolvidable a pesar del buen balance global; el fútbol tiene memoria, pero pivota y se retroalimenta solo de la épica del ganador. Y basta de florituras, que estoy más exhausto que Carlos Sainz de tanta piedra en el camino. Lo cierto es que esta vez, a lo Rocky, a lo ensayo-error, a lo final del 2013, a lo qué se yo, aguantamos, aprovechamos, fuimos retráctiles, y alcanzamos una merecida catarsis en la prórroga, justo cuando el partido ya sale de órbita y los conceptos tácticos se desprenden como tejido muerto, fagocitados por el instinto de supervivencia. Ahí, esta vez, la moneda cayó por el lado de la sencillez y el no agachar la cabeza ante patéticos monigotes. Antoine se administró como nadie, quizá demasiado, pero todo se justificó cuando bajó del altar de la hagiografía colchonera, se dejó de gilipolleces y nos subió adonde él duerme, con moraleja además para el más tonto de la clase... Aún quedaba ordalía, lo sabíamos de sobra, porque nuestro rival es el adversario por antonomasia y por los precedentes recientes. Eso sólo era volver a postrar a la bestia, pero fue Riquelme, a pase de un correcto Memphis (pélate ya!!!) quien le cortó la cabeza: sangre blanco merdellón y linfa violácea. Me recordó a mi paroxismo en Tallinn. Esta vez en silencio, con la Titoneta zozobrante a mi lado, cayendo finalmente de rodillas, rodeado con la manta noruega y un pijama de navidad. Esta vez con el extra de cobertura wasapera con el Bati, porque lo veía por la tele. Hablando de la retransmisión, no se entienda esto como falta de respeto, pero el gran Mario Suárez me gustó más como comentarista que como jugador. Un indio contra dos madridistas: pocos son. Lo malo es que en estas ocasiones de alegría, siempre echo el freno de mano, como si no fuera merecedor. Siempre busco atenuantes para sosegarme, fruto de mi espíritu pusilánime. Sobre todo, trato de actuar en actos cotidianos como si hubiera ocurrido lo contrario, para no olvidar de dónde yo vengo y de cómo fallo en el resto de obligaciones. Nunca es tarde para cambiar, pero es que no es fácil ser yo, ni decir tiene ser del Atleti, porque yo soy el Atleti. Y por eso sostengo que es el equipo del que más difícil es ser, por quién tenemos al lado, no hay problema en reconocerlo, pero sobre todo por la inefable manera de subir y bajar de las nubes. Hoy salió cara, mañana a ver qué sale en el sorteo. Aquí el "partido a partido" me la suda, yo quiero la Copa y si no moriré ahogado y sin abandonar a mi tripulación.