lunes, 3 de febrero de 2014

At. Madrid 4-0 Real Sociedad (J22) - Club Atlético de Don Luis

Al igual que el pasado año se rompía el maleficio de los derbis siendo campeones de Copa, ¿qué mejor forma de homenajear a Don Luis que con un liderato goleando en casa 18 años después? Para ambas cosas se tuvo que esperar demasiado tiempo, pero siempre quedará el consuelo de que se valora más. Primeros. Anécdota desbloqueada. Otro partido más, una final menos.


El ambiente era propicio, pero una Real Sociedad que fue otra de tantos que cambian su esquema para enfretarse al Atleti, lo puso difícil. Un omnipresente Zurutuza sujetó a los txuri-urdin durante muchas fases del partido. Su salida del campo fue el principio del fin para los guipuzkoanos, progresivamente apocados como la figura de su simpático entrenador. Antes, en una primera parte dominada a los puntos, Villa marcó un emotivo tanto a pase de Diego Costa, (fundamental Insúa en esa jugada). El segundo tiempo nos hizo recordar el fantasma de Sevilla, pero esta vez nada pudo estropear esta fiesta de luto. Un último cuarto de partido demoledor dejó este abultado resultado ante un rival que es quinto, y que se vio carente de recursos a pesar de sus esfuerzos. Hace un par de días, viendo un documental sobre el Campeón con Libia de la Copa Africana de Naciones Javier Clemente, (salvando las distancias, otro incomprendido como Don Luis), éste hablaba del carácter de los de esa zona del País Vasco. Pues bien, esos adjetivos pueden aplicarse de pé-a-pá al equipo que ayer se enfrentó al Atleti.


Hablando de norteños, Raúl García se disfrazó de Koke para asistir a Diego Costa, que esta vez la cruzó a tope, aprendiendo de su fallo contra el Athletic el pasado miércoles. El balón parado es una de las habilidades especiales de este equipo, y Koke y Miranda se encargaron de demostrarlo en el tercero. Si encima a ésto le sumamos el regreso de un Diego Ribas (otro día hablo del gran mercado de invierno) que no necesita adaptación y que marca en su re-debut, nos queda un partido redondo. No podía ser menos estando quien estaba viendo el partido desde las alturas del Calderón. El estadio donde Don Luis marcó el primer gol. Donde dijo la célebre frase que pueden ver si miran a la derecha en mi blog. Donde ayer yo vi desde la tele de un bar uno de los momentos más emocionantes desde que sigo el fútbol. "Ganar ganar ganar y volver a ganar y ganar y ganar y volver a ganar..."



ANEXO: Lo que es para mí Don Luis

Odio que cuando alguien se muere todo el mundo le chupe el culo o lo idealice cuando realmente muchos de esos hipócritas no lo tragaban o simplemente no lo tenían en estima. Don Luis Aragonés es un claro ejemplo de ello. Como por edad conozco pocas cosas sobre él, y esas son porque me molesto en conocer la historia de mi equipo (como deberían hacer todos los jóvenes y no tan jóvenes), ¿a qué voy yo a repasar la carrera de este señor? Prefiero mencionar lo que me evoca, sin pasarme de chupaculos ni de melodramático, que para eso ya estarán otros. Para no respetar minutos de silencio también, pero allá cada cual.
A mí la noticia me llegó conduciendo, me la dijo uno de mis sobrinos, y reconozco que me emocioné muy mucho. Hasta ellos mismos se extrañaron, y es que no era para menos. Para mí, que insisto, nací en el año 1987 pero que conozco todo lo que puedo de la historia rojiblanca, este hombre es cabeza visible de su hagiografía. No digo "era", digo "es". Comenzando por su gol en la final de Bruselas que celebraba antes de que entrara en la red. Siguiendo por sus célebres frases que luego aparecían en El día después: "Además de tonto, eres malo" (a Kovacevic), "Vete a cagar hombre, vete a cagar", "eres más feo que un dos caballos"(a un aficionado del Rayo que se metía con él), "Míreme a la carita" (a Romario)... Más cosas... el discurso en la final del 92, el ascenso a Primera, que había que estar ahí para realizar lo que en teoría iba a costar más de un añito. Es el llevar al Atleti por encima de todo. Es el hablarle de usted a los jugadores. Es recordar con simpatía que le llamaban mono en los estadios y le apodaban zapatones por lo mal que corría. Es estar en el banquillo del Oviedo aquel fatídico día del descenso. Es el zarandeo a Eto'o. Es meter al Mallorca en Champions tras ser cuestionado meses antes. Es no tener pelos en la lengua. Es ese "toque! toque! toque!" desde la banda para cerrar los partidos. Es llevar traje en la juventud y chándal a la vejez. Es hacer los cambios en el minuto 5 de la segunda parte. Es meter golazos de falta con sesenta tacos en los entrenamientos. La forma de motivar a Reyes en la Selección para ser tildado de racista. Es ser impopular para los mandrilistas y perseguido por no llevar a Raúl. Es ganar la Eurocopa acto seguido y esconderse de los focos. Es tragarme yo lo documentales en los que motiva a los jugadores. Es esos elogios de cada futbolista que le menciona, ya sea merengue culé o negro. En resumen: un tío que tendría sus defectos y virtudes pero que siempre llevó al Atleti (y al Betis) por bandera todo lo que le dejaron. Gracias Señor, por ser Leyenda del Atlético de Madrid y tener un par de cojones. De entre muchas, me quedo con esta imagen de usted, y tal.

La celebración con rabia en el gol de Albertini. DEP

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