domingo, 30 de marzo de 2014

Athletic 1-2 At. Madrid (J31) - Como una catedral

Así fue el triunfo. Cacareaban una salida difícil, y con razón, aún no han ganado allí los dos tiranos. Pero llegó el Atlético e hizo un partido digno del lema que hace no tantos años rezaba en el revés de la camiseta: Espíritu de Superación. Ese lema se ha transpirado por detrás al escudo, porque a fe que este puñado de hombres en letra mayúscula 72 negrita le rinden honor. 3 puntos más sí. Pero algo más que tres puntos en la mentalidad del atlético de a pie, al que probablemente como a mí, aún le cuestan los conceptos del mantra partido a partido y teme un traspié colchonero como si se fuera a derrumbar de súbito el sólido castillo que este equipo sigue construyendo. Era ésta una de las tapas más indigesta de la ruta, un pintxo picante y correoso en toda regla. Su primer bocado parecía ser vomitivo, aunque los nuestros tienen buenas tragaderas y se crecen en los peores tugurios como pez en el agua. Lo hicimos de nuevo en la nueva catedral, que a lo Sagrada Familia, aún no está terminada. Es más, una de sus paredes descansa en el viejo y genuino San Mamés. En ese ambiente hostil, mi equipo me dio otra alegría. O algo muy bueno he tenido que hacer o el karma es un cuento chino. Aunque bien pensado, lo nuestro hemos pasado los atléticos anteriormente...

Primero ante la tele de un bar BBC (bodas, bautizos y comuniones) venido a menos, luego por radio, y luego con un par de mensajes sintomáticos de victoria de un buen madridista y un atlético adolescente, constaté la victoria rojiblanca disfrazada de amarillo. Todo ello mientras recapacitaba sobre la mala inversión que había hecho en el concierto al que asistí esa noche. Pero para concierto el que da Koke cada partido. Qué manera de asistir. Qué rapidez mental la de San Jorge. Qué entrega... solo a la altura de  los que son de ese equipo en el fondo de su corazón, más allá del mercenarismo imperante. Ya hacía tiempo que no le dedicaba una buena chupadadepollaalabanza a uno de nuestros soldados, y el vallecano es el que más se lo merecía, máxime tras el recital que dio en Bilbo. Todo lo que le diga es poco. Tan solo es igualado por un UFO belga y por un Don Diego que sigue a lo suyo en su guerra de guerrillas personal: dejando a centrales al borde del suicidio y un montón de jugadas polémicas. Otro gerifalte al que por desgracia perdemos para el próximo envite liguero es a nuestro capitán Gabriel Fernández. El corazón de este equipo, aunque gracias al dios argentino que lo creó, y no me refiero a Maradona, este Atleti del Cholo tiene más corazones que una lombriz.


Llegados a este punto, la hermenéutica de la palabra de nuestro líder es clara y meridiana. Aún no hay nada conseguido, el próximo objetivo es lo único que importa. Más allá, la nada más absoluta. El Cholo ha conseguido que no mire más allá del próximo partido hasta yo, que en el primer añito en el infierno tenía un calendario pintarreajeado de cábalas para ver si podíamos ascender. Dirán que si es un lobo con piel de cordero, que si ya cansa, que si ya basta de moralina, que si es un cuento... Pero es que el tío tiene razón. Es una puta filosofía de vida aplicada al fútbol, y habrá que aprovechar que muchísimos otros no entienden ni pa-pa de la misma. No hay nada positivo en el halago. No hay necesidad de sobredimensionar las cosas. Año tras año vemos cómo se estrellan equipos multinacionales en campeonatos domésticos y en Champions. Así que esperemos aplicar con éxito este discurso también en el viejo continente. Lo del martes, para otros equipos es casi un partido más, para nosotros será el partido de la temporada, y así sucesivamente.

jueves, 27 de marzo de 2014

At. Madrid 1-0 Granada (J30) - Tierra de fuego

Ya lo dice el eslogan de nuestro caucásico patrocinador: Land of Fire. El fuego y el miedo van de la mano, como dice Rocky: "El miedo es como el fuego, que te quema por dentro. Si no lo controlas te puedes quemar, pero si lo sabes usar, quemarás a todo tu alrededor". Tienes que tener cuidado de no jugar mucho con él, porque puedes acabar meándote en la cama, pero si lo transformamos en alerta permanente ante el peligro, te puede convertir en una máquina de ganar. En mí ese miedo funciona de otra manera más esquizofrénica. Por un lado llevaba toda la semana pensando en este partido. Por otro me hacía el tonto buscando otras distracciones, como preparar una tarde temática azerbaiyana muy bien acompañado. No es coña. Como todo fue sobre ruedas, tuve hasta tiempo de ver parte de este incómodo duelo. ¿Me acabaría sentando mal el plov de cordero y la halva? NO. HEÇ BIR. Se suplió la precisión de otros días con un extra de intensidad que hacía tiempo no veía. Arda no hacía arder la portería contraria en dos ocasiones pintiparadas. La mecha seguía consumiéndose. No saltaba la chispa en la bujía para arrancar el rojiblanco coche de bomberos del líder. En esas condiciones, a pesar de que pasaban los minutos y encima el Granada sabía perfectamente lo que tenía que hacer, no desistí. Sin siquiera necesidad de encender vela a ningún santo, porque el único que hay en el Calderón aún está muy vivo en el área técnica. No me imaginaba un escenario donde el Atleti no marcase. Mas esta vez debería ser a fuego lento. Con ese público crepitante y esos futbolistas entregados a la causa era complicado no conseguir el difícil objetivo.

Con la baza del balón parado, este equipo hace más parecidos al fútbol y al hockey hierba, así que tras ochocientos penalty-corners llegó el ansiado, nunca mejor dicho, gol rojiblanco. El lagarto Don Diego está en todas partes y sale airoso de todo tipo de lances. El estudio de su ubicuidad es digno de tesis doctoral. Y ese cabezazo sutil tras un gran centro de Sosa no hizo sino retroalimentar el empuje de un estadio que hizo honor a su propio apellido. Fue una caldera en ebullición constante. Como si el césped quemase, los nuestros siguieron trabajando incansables. Dignas de admirar ambas cosas. Y además, ahora que está tan de moda hablar de los trencillas, los de ayer lo hicieron bastante bien. Sin permitir mariconadas. Entre unas cosas (presión constante) y otras (savoir-faire atlético) la amenaza nazarí (vestida de Portugal fuera de casa), quedó reducida a cenizas. Llegó el final, y en la travesía hasta él hubo algo parecido a sufrimiento. Pero no el sufrimiento más parecido a la zozobra de otras épocas oscuras. Más que esto último, se trataba de un sentimiento de incredulidad. De miedo a dejar de vivir esta bonita odisea. Habrá que esperar al menos unos días más... y podré seguir llevando mi chaqueta del Granada CF sin acordarme negativamente de ese club. Cosas de coleccionista y tal. Sigue viva la llama.

Por si fuera poco la excepcional muestra de entrega colchonera, el pitido final mostró una alegría comedida. Como si los muchachos supieran mejor que nadie que no hay absolutamente nada hecho. Eso me gusta. Además en Sevilla, ciudad que últimamente está siendo juez y parte en el devenir de la liga, otros herejes perecieron en la hoguera. Al Barca, que resulta que no está muerto sino solo con quemaduras de tercer grado, se le lesiona uno de sus pilares fundamentales. Pero aún así, no hay que alegrarse más que por seguir una jornada más en cabeza. Aunque para mí es algo así como un trofeo invisible. No sé vivirlo de otra manera, y probablemente ahí esté la grandeza de ser de este equipo. Para nada exento de gloria, pero conscientes de que nada es fácil, valorando los pequeños detalles. Máxime en estos tiempos bicefálicos, de lanzallamas contra mechero. Además tengo la ventaja de que sé de qué va esto, y si finalmente no se consigue un título, sabré valorar el temporadón de este equipo más allá del resquemor lógico. Espero que los demás atléticos también. Una cosa es tener mentalidad ganadora, y otra no ver el contexto donde este equipo asoma la cabeza. De momento, es casi de risa pensar en ganar esta carrera de fondo. Un simple motivo para echarle el freno de mano a la euforia: San Mamés. Un simple motivo para creer: ya sabemos qué es ganar allí. Como dijo Simeone, lejos de declaraciones incendiarias: "Es el rival más difícil de aquí hasta el final porque es el siguiente que nos toca". Minuto a minuto.


lunes, 24 de marzo de 2014

Real Betis 0-2 At. Madrid (J29) - La otra liga

 Otro made-in-Cholo fuera de casa. Y van... Tuve el privilegio de entrar al Benito Villamarín por primera vez. Siempre he admirado a ese club y quise ir a ese estadio. El año pasado iba a ir a la vuelta de Copa, pero tener el coche hecho mierda (y el corazón) no ayudó. Aunque mucho mejor haber ido esta vez, dónde va a parar. Todo salió redondo. Nuestra estancia en la capital verdiblanca fue redonda. Me pude tirar el rollo enseñando Sevilla (yo!), birreamos Duvel en un festival que casualmente había en los Jardines del Prado, comida de puta madre en La Viña gracias a las recomendaciones provenientes de un camarada de un blog diferente, fotos para la posteridad rollo instagram heterosexual, confirmación como seguidor del Atleti de mi sobrino en edad pajillera y triunfo colchonero. Lástima, eso sí, que fuera a costa de un RBB diezmado (sin Rubén Castro!!!) por su dañina eliminación en Europa League (ese trofeo al que siempre miraremos con cariño pero esperando no volver a él, como volver a casa de tus padres tras emanciparte). 

Percibí gran tolerancia, como mi mecánico del Betis me anticipó, rayana al colegueo entre ambas aficiones, "hermanadas" por un antisevillismo que no comparto. También se palpaba un beticismo hastiado y consciente de que este año están con los dos pies hasta las corvas en segunda (OJALÁ me equivoque). Me recordó todo al año que el Atleti bajó. Nada les viene de cara. Aún así el ambiente fue de fútbol genuino desde la cima de gol norte. Esta vez pasé de ir señalándome de rojiblanco por lo que pudiera pasar, que quizá no estuviera el horno para bollos. Además hice de bético tan de puta madre que ni Juan Luis Galiardo, por algo será. No había necesidad, pero es que me sé hasta los himnos... E insisto, espero que el Betis vuelva pronto. Si baja, que sea tan solo en una posición más, para así ser primeros de segunda sin discusión el próximo año. Las trece barras se lo merecen, y paro aquí para no caer en el lamepollismo complaciente fruto de la victoria.

Tras una primera parte en la que el Atleti mareaba sin golpear, llegó el segundo acto. Una lástima la expulsión que mutiló el partido. Todo vino de la amarilla rigurosísima en la primera parte a Braian (sin Rubén Castro!!!). Pero no sigo por ahí que sino esto sería el doble de alto en líneas. Esos líneas linces que en caso de duda anulan gol. Ese gol que el palo negó a Juankar (ahí hay extremo). El caso es que nunca sabremos si esa expulsión fue tanto punto de inflexión como el golazo de Gabi Fernández acto seguido hizo suponer. (Tiene cojones que el médico al que he ido esta mañana por primera vez en mi vida se llamara como él). A partir de ahí, por mucho que me empeñase en pensar mal, el partido fue un trámite. Además Koke dio otra asistencia excelsa y el brasileño que se partirá el pecho por España sumó otro chicharro. 


De propina pude ver el cl-ASS-SHIT-co de los cojones, rollo pelea de monos a cuchillo de los Simpson. El resultado dejó la liga más igualada de lo que nadie imaginaría a estas alturas. El Farsa a un punto del Mandril, ¡qué final de liga entre los dos colosos eh! Lo que no se esperaban, es que este Atleti recuperara el liderato, ni siquiera en las peores pesadillas de Roncerdo. El Atlético de Madrid sigue dando porculo por derecho propio. Colándose en la bicámara como si de Adolfo Suárez (ideología aparte) se tratase entre Rubalcaba y Rajoy. La diferencia es que aquí de momento estamos vivos y con recuerdos. El Alzheimer en este caso es lo que tiene el ciudadano de a pie y sus proveedores de pienso deportivo. Se olvidarán del Atleti como yo de abrocharme la cremallera acostumbrado a tanto vaquero de botones, o como cuando la lista infinita de chistes que te sabes se bloquea cuando más falta hace, igualito que cuando uno no sabe dónde diantre ha dejado la llave del coche y la ha dejado en el asiento al coger las gafas que se había olvidado previamente. Es muy difícil, casi tanto como que se salve el manquepierda, pero espero que a los de siempre se le queden las llaves dentro, el Atleti salga del asiento de atrás, las coja y arranque el autobús para... ¿ganar la liga? No sé, pero al menos simplemente ganar el miércoles al Granada CF y seguir de adalid una jornada más. 


Mientras tanto, yo, que por suerte he elegido este equipo, aprecio todas las pequeñas cosas. Imagino que como cualquier seguidor de las decenas de equipos que no son vikingays ni culerdos. No soy, por suerte también, como el alcoholizado infraser que por hacerle un favor a mi hermana tuve que llevar de retorno a su domicilio. Decía el tío por el camino, entre los pi-pi-pi de la alerta del cinturón de seguridad, que el Barsa estaba ya en semis de Champions, que no entendía que hubiera gente del Málaga, del Betis y del Atleti, que nunca había ganado nada. No merecía la pena ni que le rebatiera, pero de mala leche sí me puso el hombre (tocayo mío además). Peeeero, se dejó una caja de rojiblanco Marlboro con al menos 16 o 17 unidades en mi vehículo. Ahora los ves, ahora no los ves. Gracias karma. Gracias Hispalis. Gracias Atleti.

El pato del Manzanares on tour
*Nota: el hilo musical de la crónica "Yo me quedo en Sevilla" no lo he puesto aborregadamente porque en su título aparezca la palabra Sevilla, sino porque me gusta Pata Negra, Kiko Veneno, y la buena música andaluza en general. Si les ha gustado, chequeen también esta, que quizá hubiera venido más al caso, llamada precisamente "Calle Betis".

domingo, 16 de marzo de 2014

At. Madrid 1-0 Espanyol (J28) - Un sueño que respira

¿Ojos que no ven corazón que siente? Los cojones... Al menos en lo que al Atleti se refiere. Podría vivir sin muchas cosas, pero sin estar al tanto de lo que le sucede a mi equipo seguro que no. De hecho, yo no podría participar en reality shows como gran hermano y demás mierda, entre otras cosas porque preferiría morir de inanición. Y llámenme gilipollas, pero uno de los motivos principales sería el no poder estar al tanto del devenir de mi equipo. Anoche el destino me deparó presenciar en Málaga cómo el Real Madrid ganaba con más apuros de los previstos al local, pero sin embargo apenas estuve al corriente del partido de los nuestros justo después. Al final, en un arrebato de esquizofrenia en el descanso, decidí no enterarme hasta el día siguiente del resultado. Un sueño hablaba de un 4-4. Pero el actual Atleti encajando tantos goles no es el Atleti, así que la mañana comenzó de forma celestial, en parte por enterarme de una puta vez de que sí, que sí seguíamos en la brecha. Seamos francos, al que más y al que menos le decepcionaría dejar de estarlo. Mas no olvidemos los números de empollón guaperas y con don de gentes de este equipo. Por favor, de no obrarse el milagro, que nadie lo haga. Afortunadamente a Courtois no se le olvidó cómo parar tras el rodillazo (sin querer) que le dieron. Al lagarto Don Diego no se le olvidó tampoco marcar tras el penalty de Biblia que le hicieron. Yo, y creo que muchos atléticos de bien, no nos olvidamos igualmente de Simao Sabrosa. Yo, cariñoso que es uno, hasta me acuerdo del simpático Pizzi, lástima del pisotón, (sin querer también), de Sosa. Y así, sin hacer mucho ruido, ni falta que hace, arrancamos con orgullo otro papel del calendario. El viernes también habrá otro papelito, pero dentro de una bola, así que yo que ustedes disfrutaba de hasta el sorteo de Copa de Europa (aunque haya que sufrir a Butragueño) mientras este Atleti se abre paso como los vídeos caseros en medio de la industria del porno. La próxima semana compensaré esta falta de seguimiento con ir a la batalla de Heliópolis, en la capital del río Betis, que hasta me acabo de dar cuenta que hasta rima y todo, con el diminutivo cariñoso de nuestro equipo. Pero eso será otra historia, esperemos que para dormir tranquilos y orgullosos una jornada más.

Obrigado Simo, cuando te retires te homenajeo como es debido

miércoles, 12 de marzo de 2014

At. Madrid 4-1 AC Milan (CL) - Questo è Atleti

El romanticismo llevado a la máxima expresión es lo que palpé primero. Qué colorido, qué tifo con banderas por doquier. Como si de estandartes de batalla se tratase. Un buen partido de fútbol debe ser una batalla, y todo hacía indicar que nuestros caballeros estaban prestos y dispuestos. Gabi robó un balón que él mismo había comprometido, la cedió a Koke mientras señalaba con su espada el camino al joven muchacho, que puso un centro inteligente, quizá muy abierto, quizá muy alto y bajo a la vez... Pero allí estaba el delantero con más recursos del momento, Don Diego, el villano codiciado, para constatar que aparte de marcar goles, algo de brasileño aún le queda, porque su remate es digno de un golpe de vale tudo. Estoy disfrutando como un niño del Atleti mientras me flipo escribiendo esta crónica, creyéndome aprendiz de A. Pérez-Reverte o del Anónimo de los cantares de gesta. 

fuente: memedeportes.com

Si sigo en esta línea acabaré cagándola, así que volvamos al realismo cholesco. El Atleti entonces tenía todo de cara a las primeras de cambio. La gente irresponsable incluso desde antes del partido ya se veía en cuartos y este gol no hacía sino certificar el trámite ¿verdad? Imposible. El Milan, quizá con la omertà del Atleti, comenzó a comerciar en el territorio de los matones colchoneros (ahora me paso a Mario Puzo!?), y al final la asquerosa de Kaká, que parece que solo rinde cuando juega contra nosotros empataba. El gol fue un calco de otros muchos por esa esquina del barrio, pero para mí Juan Francisco es sagrado y en esta bitácora le seguiré pagando mi mensualidad religiosamente. La tendencia continuó tras la igualada, cuesta mucho revertirlas, máxime cuando el rival, esté como esté actualmente, tiene áura de campeón. 7 copas de Europa. Porque si eso no importa ahora, ¿por qué un equipo que tiene solo dos más siempre es el favoritísimo? Como dijo Raúl García Escudero I de la Corona de Navarra: "En la Champions hay que saber sufrir". Sabias palabras tras igualar a otro SABIO, Courtois tampoco se quedaba corto con las suyas (el belga es más bueno que una Barbar haga lo que haga con su futuro). Se necesitan además, golpes de timón, de esos que te llegan cuanto más te lo crees y cuanto más entrenas. El oficio, la suerte del equipo grande o como se llamen. Gol de Arda tras tocar en la cerda valenciana de Rami. Ese balón entró por la energía de cada arqueo de ceja y levantada de asiento de cada rojiblanco que ayer veía el partido en ese momento. Fue un punto de inflexión similar al que presencié in situ en el primer partido de esta andadura contra el Zenit. Gol de Ardajandro Magno en el momento que peor lo estábamos pasando. Cómo me ponen sus celebraciones de rabia sarracena joder... Eso es luchar por lo suyo y no poner bombas diez años antes. A su salud el shawarma de turno de ayer coño!



A partir de ahí no hubo color. El equipo salía con potencia a la contra y fue cuestión de tiempo que llegara la sentencia. Me alegro como siempre del gol nuestro de cada día de RG8. El hombre a una nariz pegado que tanto criticó la gente, y que sabe de qué va esto como pocos. Por una tarjeta de chiste se perderá la ida de cuartos, pero ahí estará Villa, nuestro jugador más Champions. Que él no jugase ayer dice bastante de la solera de este equipo. Hasta Sosa parece más salao, y en una extraña jugada permitió a Costa rematar ajustado. Otro más. Un promedio de gol cada cincuentipico minutos en Copa de Europa. Bestial. Y recordemos que ha sido en solo cinco partidos. Fue una noche perfecta, con el suspense casi necesario tras el empate, para poder valorar más la gran victoria posterior. El Milan estará mal, no tan bueno como el Schalke 04, pero es el Milan hombre. Aunque el esquizofrénico Balotelli, que cuando se cree mierda no llega ni a peo fue el mejor indicativo de sus horas bajas. Por no ser, no llevaron ni su mítica equipación blanca, que nada más verla uno se acojona. Serán cosas del marketing... Nuestro líder argentino en eso no es bueno, pero lo hace a propósito, y nos ahorra problemas tirando de humildad. Lo que tenga que ser será. Pero la sensación de ver al Atleti pasar de ronda en Copa de Europa ya está desbloqueada. A seguir adelante con la cabeza alta, el orgullo blanco inmaculado, la mirada sanguinolienta. Pero los pies, en el suelo.


lunes, 10 de marzo de 2014

RC Celta 0-2 At. Madrid (J27) - Fondo de armería

Cada partido es más importante que el anterior porque el anterior se convierte en una mera hoja arrancada del calendario. En la retrospectiva desganada de este duelo en la ría, la lectura principal es que los suplentes, los relevos, los menos habituales o los titulares del banquillo, respondieron, y muy bien, ante las bajas de varios primeros espadas del once tipo. Pidgeotto Alderweireld estuvo correcto y sus balones largos, al contrario de los del bueno de Miranda, son bastante precisos. Diego (en una pesadilla post-partido soñé que le disparaban desde la grada) volvió a carburar, y esta vez fue positivamente importante con un marcador igualado, asignatura pendiente del hasta ahora jugador maldito según muchos graciosetes. Sosa, al que reconozco no daba mucho crédito aún sabiendo que es difícil salir desde el banco y sin tanta adaptación a la dinámica del Atleti, dio un golpe sobre la mesa también. Simeone ganó el posible crédito que pudiera haber perdido en otros partidos respecto a los cambios. A ver quién es el bueno que lo discute esta vez, encima de que estuvo sin la ayuda (si es que realmente no se comunicaron) de su Chewbacca particular Don Germán Burgos. Por último un tal Villa, todo un Campeón del Mundo y de Europa (¿y si lo llevara Del Bosque?), afiló la espada de Don Pelayo para ajusticiar al porterazo Yoel. Me encanta este portero de perfil courtoinesco y de irse el belga me iría de cabeza a por él. Espero que el relevo de Courtois (que ya es del Madrid para la próxima jornada) no sea  un enano palomitero sino un bicho como ese. Todo fue sobre ruedas a pesar de la sensación de que se podía pasar mal, pero normalmente el equipo responde a este tipo de partidos igualados con un savoir faire envidiable (Granada, Málaga, Bilbao, Milan, Vigo...). Todos y cada uno de ellos es responsable. Insisto en que es sumamente difícil mantener esta línea, y el retorno a las victorias visitantes ante un equipo tan interesante como el Celta, y con tantas bajas, es para quitarse el sombrero. Y si no lo tienes ir a una sombrerería cercana, y aunque sea usarlo una vez simplemente para reverenciar a este equipo con mayúsculas esculpidas en la roca por Gabi, que no será el jugador más técnico del mundo, pero que todo lo que te quita en unas facetas te lo devuelve en oficio rojiblanco. Ahora a llevar esa esencia ganadora a extramuros, empezando por nuestro lombardo e hidalgo (antes rey) rival del martes. Lo veré con esta misma cara de expectación:


domingo, 2 de marzo de 2014

At. Madrid 2-2 R. Madrid (J26) - La importancia de tener dos cojones


A pesar de lamentarnos por la oportunidad perdida, este partido me deja un poso de orgullo como pocos he vivido, no tan casualmente todos ellos desde que Simeone está al mando del barco. Aunque el gol inicial hacía presagiar el viacrucis de casi cada año, el equipo tuvo el espíritu del 17 de mayo y logró darle la vuelta. Si hay algo que me gustó, es que esta vez no esperamos agazapados al Madrid, si no que fuimos a buscarles y a ser protagonistas. Al menos hasta que duró el uranio enriquecido. Empate justo en un derbi que entra de calle en el podio de los mejores que he visto (since 1995). ¿Por qué? Por la entrega y la confianza que mostraron los nuestros. Tras el varapalo copero, tras la previa en la que nos pintaban como un espantapájaros a merced de los ciervos en estampida patrocinados por la BBC, se encontraron con un equipo de hombres. Fútbol aguerrido y duro, que antes era una alternativa al tiki-taka y ahora es visto como violento en un equipo con seres vivos como Pepe y Arbeloa. Iros a la mierda. Eso sí, excusas arbitrales ninguna. Como no debe ser excusa tampoco el presupuesto, porque entonces también tendría que serlo negativamente ante Osasuna y Almería. En lo que sí deben influir esas razones es para contextualizar la valoración que hagamos de los logros del equipo actual, porque al igual que puede que nos acordemos de ese balón desviado de Costa, de lo que sí que nos vamos a acordar durante lustros es del empaque de este Atlético de Madrid. Para mí, llámenme conformista, fue más importante esa lucha y entrega no exenta de calidad, que el marcador. Porque conforme va pasando el tiempo, más desaparece esa rabia por no ganar cuando lo tuvimos tan cerca y más emerge ese sentimiento, por desgracia no tan habitual, de que el Atleti se ha ganado el respeto y sigue siendo un equipo con mayúsculas. Esta última afirmación, por supuesto, sin siquiera valorar resultados, (muy buenos independientemente de cómo termine todo). Sin tampoco valorar resultados propios, tan solo es la admiración que me produce este equipo la que me hace seguir escribiendo en mi blog, así que hasta al menos el final de la temporada, mi Atleti se merece que deje a un lado mi desasosiego y haga un esfuerzo por exteriorizar mis inofensivas paranoias con él como centro. Ahora, aplicando metódicamente el partido a partido, los réditos de la batalla dejan a un Atleti en cuadro para su visita al Celta. Sin Arda, Costa y Godín... y el Mono Burgos y su libreta. Pero eso será otra historia. Rompan filas, hasta la siguiente contienda.