jueves, 25 de octubre de 2018

Cambios y preguntas retóricas

Resultado de imagen de atleti borussia dortmund

Hace 24 horas que al Atleti le ha metido 4 goles el Borussia Dortmund, aunque allí ya no juega Lewandowski. Yo me caigo de sueño, pero sigo con mi propósito de no fallarme y escribir algo de cada partido de la Copa de Europa, como si sirviera de algo, así que ahí voy: es innegable que dentro de nuestro robusto microclima y nuestra envidiada por muchos estabilidad, en el Atleti se viven vientos de cambio. Podemos atenuar la evidencia con gesto de incomodidad, pero por suerte o por desgracia es así. Además de la trayectoria natural de todos estos años y el caché que con esfuerzo se ha logrado, contamos con actualizaciones que cualquiera con nociones de fútbol web diría, probablemente con razón, que son para aspirar aún a más, para salir de la zona de confort, para dar esos pasos hacia un fútbol con más registros: evolución en definitiva. Si hacemos caso al loco Bielsa, los cambios hay que hacerlos en época de bonanza... Y ahí andamos, efectivamente tras una prolongada época de éxitos, pero con sueños y cuentas pendientes, permitiéndonos el orgullo y la licencia de tener los codos doloridos de pelear hasta el final de cada temporada con los mejores. Aunque supongo que por mucho que tengamos a uno de los más grandes entrenadores del mundo, el mejor sin duda de su escuela, no es moco de pavo cambiar varios ajustes para poner velocidad de crucero a este sofisticado y caro Atleti, que parece haber intercambiado su suerte en liga y Champions respecto al año pasado. Donde a estas alturas en 2017 era todo zozobra europea, ahora es solo orgullo herido a sabiendas que la clasificación a la próxima ronda no corre aún peligro. Sin embargo en la liga, tras varios pinchazos, seguimos en la pomada. Por eso digo yo, ¿tanto problema habría habido con otra configuración de los grupos en el sorteo? ¿Teníamos dudas o remordimientos cuando otras veces hemos ganado con nuestra propia medicina? ¿Y si solo hubiera quedado 2-0? ¿Qué sensación tendríamos en liga si las dos grandes vacas estuvieran haciendo lo de casi siempre? Y si.. Es que... Si no fuera por... Todo es tan sutil en el fútbol... Lo sabemos bien... Tantos factores cualquier segundo de cada partido, que determinan el devenir del mismo y las dinámicas posteriores, que lo único que me sorprende es que esta hecatombe en el infierno dortmunder no se haya producido antes en otro estadio. Si no fue así es porque la fiabilidad de los nuestros es legendaria, por eso tantos lenguaraces guardiolianos nos esperaban a la salida tras este traspié con ganas: incluso he leído que el Atleti ha sido portada y todo... A mí sin embargo lo que más me tocó los cojones anoche fue tocarla más que ellos y que mientras tanto nos noquearan con esa velocidad y contundencia; eso, y el penoso comportamiento final con tarjetas absurdas, como si no hubiera suficiente color amarillo ya en el WestfalenStadion... Pero es que ni me jodió mucho: mejor que ocurra ahora que en febrero. Por lo demás, yo estoy tranquilo si bien expectante, este equipo se merece más que nunca nuestro apoyo y confianza, de hecho a los cinco segundos me he sentido como un gilipollas por el simple hecho de escribirlo aquí, pero ahí lo dejo... De lo poco bueno de ayer me quedo con la actitud simbólica de Godín levantando tras el cuarto a Oblak, consciente de que el gigante esloveno nos ha salvado tantísimas veces cuando nos deslizábamos por el agudísimo filo. También con el aplauso intencionadamente delante de todo el mundo de Diego Pablo: muestra de respeto de las buenas; un orgullo que mi entrenador reaccione así. Confío en que sus palabras sean ciertas, y que conozca el camino: sinceramente creo que está ante el mayor reto de su carrera con esta cacareada plantilla, que puede hacer olvidar la fragilidad defensiva y dependencia de individualidades que arrastramos en los dos últimos años, pero también puede hacer tambalearse los dogmas de fe del estilo del Atleti cholesco por los cambios que sugiere su... digamos variedad. ¿Es eso siquiera concebible? ¿Puede el Atleti de Simeone jugar a tener el balón y esas mierdas? ¿Acaso lo necesitó el Borussia Dortmund ayer? Yo confío en una respuesta general, no a mis ubicuas preguntas, sino en una reacción y mejora del equipo. Eso sí, por favor, seamos conscientes de que Simeone no es perfecto en las ruedas de prensa, que no siempre va a acertar con los cambios, de que la sombra de Gabi es alargada, y que los jugadores evidentemente no son los mismos que en la época más espartana, ni por edad ni por físico ni por nombres. Aquí lo único que no cambia es una cosa: el fútbol es una droga atroz, el Atleti es su mejor versión, y yo su peor yonki.

jueves, 4 de octubre de 2018

Desgarrador triunfo

Contra viento y marea sigo con mi propósito de mostrar mi predilección por la Champions haciendo crónicas de todos los partidos. No ha sido fácil, como tampoco lo fue encontrar algo potable y curioso del equipo que nos visitó anoche, a excepción sabida que nos eliminaron de Europa las dos únicas veces que nos cruzamos. En la última de ellas sé de buena tinta que hubo ostias como panes. Que yo recuerde, solo el Groningen, el Parma y el Brujas nos han largado del viejo continente más de una vez y se han ido de rositas sin un ápice de venganza nuestra. Yo es que estas mierdas me las tomo muy en serio... Si alguna vez nos tocaran los parmesanos chillaría cada gol recordando viejas batallas...


Por cierto, aclaración respecto a la ciudad de nuestro flamenco rival: Brujas es la traducción libre de Brugge, que viene del germánico y significa algo así como 'Puentes', así que no aplican símiles y metáforas con palabras como exhorcismo o aquelarre, a no ser que a uno le salga de los cojones igualmente. Porque lo que sí es cosa de brujas son las malditas lesiones. Diego Costa, cuyo último servicio fue la asistencia del ansiado gol que nos volvía a poner por delante, se rompía (pa que lo haga con la selección que lo haga con el Atleti). Además, Giménez se fue tocado de nuevo... Dos casos recurrentes la verdad, y dos jugadores difícilmente sustituibles por mucho que el charrúa no haya gozado de la titularidad hasta la lesión, valga la redundancia, de Rambo Savic. Pero volvamos al principio, al Atleti se le presentó un rival 3-5-2, de esos que nos hacen pupita de la buena llámense Girona o Chelsea. Al Cholo le dio por poner el espejo, y el negrocampismo que se atestiguaba en la alineación se atenuó hacia este sistema tan de moda. La novedad de Arias en el once era la comidilla, y el colombiano fue de menos a más. El partido era tan incómodo como verlo era para mí: culpando a mi hijo por ver los dibujitos en Youtube al mismo tiempo que yo veía el fútbol. ¿Cómo quitárselos para evitar los parones que me metía la conexión? Si se estaba comiendo el pescado y todo el cabronazo... En esas mete la aplicación esta un acelerón y me veo a Griez celebrando un gol. Gran pase de Tanto Thomas Thomas Tanto, de uno de los dos. ¿Sacamos ya la cerveza belga y el chocolate? Los cojones, golazo de un tal Danjuma con Arias de espectador privilegiado. No, si al final el negrocampismo iba a ser cosa visitante... El partido era áspero, los cambios de dibujo no apenas desdibujaban a los del ex-malaguista Leko... pero cuando el síndrome de Qarabag atisbaba, por fin nuestros dos puntas se entendieron, y aunque el Brujas nos creó peligro con un cabezazo a balón parado (me revienta que nos creen peligro de ese tipo) lo poco que vi de lo que restaba fue apacible. Por si fuera poco, Koke aprovechaba un rechace para hacer el tercer gol tras un partido en el que precisamente había estado incomprensiblemente fallón en un par de superioridades en ataque. Supimos reponernos al inesperado empate, así que dos de dos. La eliminatoria a ida y vuelta con el Dortmund dictará sentencia en nuestro devenir, pero vamos bien, cosa que tras el chasco del año pasado es poca broma, igual que la enfermería...