
En cuanto vienen mal dadas, se nos viene a la cabeza el cansancio. Pero más que físico, considero que existe un cansancio mental tras tantos partidos; y la mente, es muuuucho más poderosa que el cuerpo. Este factor, a día de hoy, también influye en los rivales, que al enfrentarse al Atleti tratan de dar el do de pecho como ante un Madrid o un Barsa de la vida. Ha sido un golpe merecido y sensiblemente inesperado. Pero tenemos por entrenador un líder como la copa de un pino, que no dio lugar a lloriqueos. Somos colcholeros. No hay excusas.
Y no olvidemos nunca que lo que llaman desinfle es a perder el liderato y estar casi apeados de semis contra el Madrid (mejor equipo del universo universal). Ni caso. No dudo que este equipo va a seguir haciendo estos números utópicos y que en muchos más que en menos partidos será el lobo de Wall Street que suele. Aunque probablemente en el mero hecho de yo me vuelva a plantear si dudo o no, esté la duda en sí. Ay Almería, con los mágicos recuerdos que tengo de esa maldita ciudad... Menos mal que descarté la idea de principio de temporada de ir a verlo en directo. Lástima de cerveza Far West, oriunda de Almería, con la que hubiera celebrado la victoria... Hubiera quedado de puta madre ese cierre de crónica, pero qué coño, la pongo aquí sin venir a cuento. Así le damos un respiro al bueno de Aranzubía, cuyo careto ya estará suficientemente publicado everywhere.
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