jueves, 21 de febrero de 2019

Continuará

Más de dos meses de espera. De maldecir aquel maldito partido en Brujas que nos ponía en un brete desde octavos... Con la liga en chino mandarín, la copa en una lengua muerta, todas las esperanzas recaen más que nunca en la competición que más deseamos, y en la primera eliminatoria aparece uno de los favoritos... Contando las semanas, los días, llega el miércoles de marras, con el ritual más marcado que nunca. 'Desesperado' de Mareando la Perdiz atronando en el coche. Hablando del partido a la más mínima oportunidad con cualquiera que tenga dos dedos de fútbol. Especulaciones, vaticinios, castillos en el aire, mis miedos e ilusiones al descubierto.
Era el escenario propicio para que este equipo nos volviera a dar una lección de grandeza, pero creo que muy pocos podíamos aventurar semejante desenlace. Quizá actitud sí, pero no esta diferencia respecto al rival, materializada además en un gran resultado. Se vio algo que en las grandes noches de Copa de Europa no estamos muy habituados: el equipo fue de más a mucho más. Se sobrepuso a varios reveses en forma de decisiones de VAR (me gusta) y ocasiones de esas que si las fallas te da la sensación de que a la siguiente el rival no va a hacer lo mismo contigo. Conforme avanzaban los minutos y las buenas ocasiones esa zozobra se aunaba a la rabia de no estar aprovechándolas ante un granítico oponente, que en Madrid comenzaba a mostrar aluminosis. Pero llegó... Como un sacrificado parto de mellizos aparecieron en el mejor momento dos goles fruto de una suerte que en su momento fue nuestra arma más venenosa: la palla ferma.
Giménez y Godín. Precisamente los artífices de lo más temido de este equipo, que fue esa defensa solidaria y metódica que hemos de recuperar. Ellos son el sol de mayo de la bandera uruguaya. Y eso también es lo que todos ansiamos: llegar a los soleados días de ese mes vivos, allí donde los partidos empiezan aún de día, ya con manga corta, el estómago hecho un mariposario y el himno de la Champions listo para ser silbado. Que continue esto por favor.

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