Y quedaba la pelea por la liga... Llegábamos tocados de un ala por la derrota una semana antes con todo a favor, y en la otra tras la triturada que se pegó el equipo aguantando hasta el final en la Copa de Europa. Encima este director de cine sádico y su guionista hijodeputa, con un cámara ciego que no es capaz de grabar un penalty bien, nos esperaba para una tercera estocada ante el puto Barsa. El 2-0 me introdujo paradójicamente en un valle de desconfianza. Pronto mis sospechas se confirmaron. Pero una cosa era que nos empataran y otra que nos metieran cuatro con un gol de churro. Tenemos la sensación, creo que todos, de haber sacado más puntos de los merecidos con triunfos imposibles en Montjuïc, París, Vigo o incluso Bilbao. Pero sin embargo, también ha habido putadas como las más recientes o el no empate contra el Lega que nivelan a base de bien. Cuando no tenemos pegada tenemos floja la defensa. No damos para más de esto, y que conste no es poco. La manta corta de su puta madre, o tener que entrenar más el balón parado, los centros y tener más colmillo arriba, que todo hay que decirlo. Cosas de Simeone unas y de soltar aún más pasta otras. Este Atleti en su renovada pujanza con Pili y Mili, me recuerda mucho no obstante al de 2012/13... Y por eso mismo, de momento este calvario tan cercano al cielo se puede soportar, pero porque hay una fecha FIFA para lamer heridas sorteando lesiones y una penúltima Copa más contra los mismos cabrones que nos dejaron sin liga anoche. Eso sin mirar más allá, porque se ve que hay cimientos respetables. Si encima habrá que darle gracias a dios, no te jode...
lunes, 17 de marzo de 2025
Soportablemente cruel
Van poco a poco desconchándose y cayendo lentamente sobre el edredón las escamas de este sueño cuádruple. Porque este año al final tenemos una cuarta competición con el mundial de clubes, que yo me niego a ningunear. Empezamos con optimismo entonces. Pero la semana inglesa, porque empezó el domingo pasado en Getafe con esa histriónica derrota en plena época de premios de cine, dio paso a ocho días de truclentas pesadillas con sus correspondientes horquillas de guion y digestiones en forma de noches de insomnio y días de mierda (por si fuera poco la lluvia da más ambiente plomizo cuando aquí en la puta vida llueve). Luego la madre de todas las batallas de este mal llamado Tourmalet, y que acabó siendo un viacrucis sin resurrección. Qué decir que no se haya dicho ya del derbi de vuelta de octavos. El Cholo terminó la rueda de prensa de la víspera diciendo que "solo dios sabía qué iba a pasar". Lo que no sé si él ya sabía es lo que yo he descubierto tras tanto tiempo: que dios es del Real Madrid. No nos convierte en demonios, pero sí que penamos bastante en esa tanda, donde curiosamente me perdí el penalty de la discordia pero sí presencié cómo nos echaban con el gol de penal más horripilante de la vida tras aguantar a un Madrid que se nos hizo inexpugnable y al que hubo que contener demasiado tiempo a pesar de tener una ocasión irrepetible porque los ha habido mejores y en peores contextos. Encima no saben ni ganarnos a pesar de las veces que lo han hecho en esta zorra competición. Cabeza arriba tras el enésimo infortunio, acelerado por un cuando menos uso cuestionable del VAR (si no aplicas el reglamento al milímetro, no te metas, cabrón de mierda) y cuando más un "¿por qué siempre yo?" de manual.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario