domingo, 1 de septiembre de 2024

La media inversa

"El Atlético de Madrid es el equipo más raro que hay." Esa frase me la dijo un antiguo compañero de curro y es sencillamente demoledora de cierta que resulta. Podemos corroborarlo tomando como muestra su completa historia, la etapa simeoniana (por mucha regularidad añadida que contenga), y si nos apetece, los última dupla de partidos.


Tras el descalabro contra el Espanyol en casa, con un empate feo pero inmerecido, el equipo supo sacar milagrosamente un triunfo tanto por el complemento circunstancial de lugar como el de rival. Con lo apacible que se me antojaban en desde chaval las visitas a San Mamés y cómo han ido volviendo a su realidad histórica. El pasado sábado mismamente, la balanza se empezaba a inclinar a pesar de un Atleti sobrio atrás pero absolutamente chato arriba. Luego los cambios, esta vez a todas luces magníficos, pase de Álvaro Sørlotha y gol de Correa, que dribló a Agirrezabala y al propio cerocero que el destino final querría habernos impuesto. Ganar fuera y empatar en casa me vale, máxime antes de una fecha Fifa. Para el próximo partido ya habrán vuelto la guardería, el colegio y el curro. Esperemos también un mejor juego. Hay que mejorar mucho, pero ahora no es el momento sino de dar gracias por estos dos puntos de más, al igual que nos cagamos en la puta el día del Espanyol. Raro de cojones, pero como a mi hijo, hay que quererlo aún más aunque nos desespere.

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