martes, 9 de diciembre de 2014

"Porque me están agarrando que si no..."

O un "¿A qué eso no me lo dices tú a mí en la calle?" también vendría bien. Porque el partido de Turín estuvo claramente sesgado por lo que ocurría a 1548 kilómetros de distancia. El Olympiacos sacaba su partido adelante con sufrimiento y, pasada la fase inicial, la Juve fue levantando el pie del acelerador hasta firmar un entente cordiale del que el Atleti salió con la cabeza muy alta. Nos quedamos con ganas de más, pero si el rival, jugando en casa y necesitando dos goles, no ataca a por todas, no vamos ser quijotes, que esto es la competición más grande del mundo. No obstante, los nuestros dejaron un poso de profesionalidad considerable, así como la sensación de que si el rival hubiera torcido el gesto, nosotros hubiéramos respondido debidamente. En un campo imponente (me encanta su atmósfera y su corto aforo) los rojiblancos, hoy enfundados en la áurea, no se arrugaron y si me apuran dispusieron de las ocasiones más claras del encuentro. Fue un partido raro, en el que se atisbaba el cerocero a eso del minuto 55. Nadie se atrevía a hablar por ser bocachancla, pero al final no hubo para más y empezó a oler a Biscotto, por no decir Panettone. Entre medias, Raúl García hizo historia, se graduó Giménez, Tiago descansó, y Arda demostró que si se pega a la izquierda con dos más, puede arder Troya. Partido raro, sin sustituciones, y en el que se cumplió el objetivo de ser líderes de grupo sin florituras ante todo un campeón del Calcio. Ahora llega una de las cosas que más me gusta aparte de ver al Atleti batirse el cobre cual coloso: el sorteo. Ya conocemos a Basel (quién te ha visto y quién te ve, Liverpool), Leverkusen (ojito la industria pesada), Arsenal (una ruleta rusa) y Shakhtar (delanteros brasileños y Srna). Cualquiera de ellos me vale para octavos, pero independientemente del oponente, algo me dice que volveremos a Turín pronto sin incidentes, y ahí seguro que los nuestros sueltan un sopapo a su debido tiempo si el rival bravucón se pasa de la raya. Hasta febrero aparcamos esta competición, en la que tengo muchas ilusiones, directamente proporcionales a la dificultad para ganarla. 



ANEXO: duelo textil
Siempre que tengo la oportunidad, menciono mi colección de camisetas. En ella, por supuesto, abundan ejemplares del Glorioso, pero también se coló una camiseta juventina, a pesar de que los bianconeri no son muy santos de mi devoción. Siento más admiración por el AC Milan, y me atrae la Roma de Totti e incluso el Napoli, por ser sureño y su mística maradoniana. Pero el caso es que un día hace años en el Nike Factory vi una camiseta dorada de la Vecchia Signora (2008/09), y sin pensar el toque cani intrínseco que albergaba, compré por menos de 30€ (no me suelo gastar más en camisetas). El ejemplar que luce a su derecha, es la archiconocida camiseta del año de la Europa League 2010, muy bella ella. Mañana tengo una entrevista de trabajo, y yo haciendo fotos a camisetas de fútbol y pensando cuándo estarán todos los rivales en el horno de octavos para hacer sorteos de mentira mientras llega el lunes. Así funciono yo...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Estoy de regreso a los blogs compañero!
Le habla colchonero2012, del blog https://aupaatleticodemadrid.wordpress.com/

Acabo de publicar después de mucho.