martes, 26 de agosto de 2014

Chocolate

Diluyéndose irremisiblemente. Hueco. Romo. Chato. Sin carcasa ni armazón. Mal partido para comenzar la liga el que se marcó nuestro Atleti en el Valle del Kas. Ni siquiera la gloriosa camiseta amarilla del año pasado sirvió para espabilar a un equipo que se fue derritiendo con el paso de los minutos. Una mierda mu grande de inicio liguero vamos. Produce ardores de estómago este indigesto debut, que a priori podría haber parecido un buen escenario de andadura. Solo se me ocurre el atenuante de relajación tras un título recién conquistado, pero las sensaciones fueron muy malas, sobre todo en una segunda parte para olvidar. Acostumbrados a tirar las primeras partes en muchos partidos del año pasado, fue muy sorprendente no vislumbrar siquiera una ocasión de gol en el segundo acto. Aunque Mandzukic fue sustituido cerca del final, más bien parecía haberse quedado ya en el banquillo tras el primer tiempo. Eso sí, el croata, que tuvo el gol en sus botas en los primeros compases, se mató mientras le duró la gasolina. ¿El resto? Se vio muy poco de la parte alta, tras alinear a dos delanteros y a Griezmann, el bagaje ofensivo fue pobre. Poco a poco fueron desapareciendo atacantes en la segunda parte para terminar solo con Héctor y Cristian Rodríguez como atacantes... Algo no se ha hecho bien cuando ese es el plan de un equipo que acaba de ganar la liga (un canterano que creo debutaba en Primera y un jugador que aún no se sabe si se queda). Hasta aquí el pesimismo, porque esto es muy largo, pero me temo que la plantilla de este año es inferior a la del pasado. Quizá sea más equilibrada, pero la sombra de Filipe es muy alargada, y el factor explosivo que tenía DC no lo tiene nadie actualmente. Faltaban RG8, que a día de hoy es una baja significativa, y por supuesto Arda. Me da mala espina el turco y su dique seco. Se necesita el máximo de él para tener esa chispa de imaginación y pausa. Es un oasis de fútbol dentro del erial pastoso que últimamente vemos. Mientras, Saúl, que el año pasado era central precisamente en el Rayo, ahora es una de las opciones de la banda. Cosas raras, pero si nos paramos a pensar en los mimbres que hay, no tanto. Como muchos otros atléticos habrán dicho últimamente, "Simeone sabrá". Y así es, no cabe otra que confiar en el técnico y las atalayas desde donde dirigirá los próximos cuatro partidos, porque la plantilla es la que es. Esto acaba de comenzar, y quedan 37 partidos más, por suerte no creo que haya muchos tan infumables, es la única consolación posible. 

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