
¿Qué coño significa la frase del título? La escuché en una
serie sevillana (como Don Jesús Navas) bastante recomendable si tienes un sentido del humor extraño como yo. Quizá me gusta tanto porque se presta a múltiples interpretaciones. Yo la uso hoy porque, aunque hay un componente azaroso detrás de cada acción en un partido de fútbol, que es lo que nos suele ocupar en este blog, a veces no es tanta suerte sino sangre fría y capacidad mental lo que hay detrás para poder, como en el caso de anoche, pasar a una final. Pero aún así, la gente sigue abusando del concepto suerte. No jodamos, los penaltys NO son una lotería. Una vez leí una frase de un entrenador argentino que me llamó la atención y coincido totalmente:
"Los penaltis son un acto de hombría para el que gana y una lotería para el que pierde". Dependen de la precisión, la capacidad para templar los nervios y ganar ese duelo portero/lanzador. Si hablamos de intuición, creo que también se desarrolla con entrenamiento. También existe un don innato que tienen algunos pero, ¿eso es suerte? Otra cosa es si esta es una manera de ganar y de perder un tanto sádica (pero nunca injusta, los penaltis son como un partido diferente que hay que saber jugar), o una manera de ganar "menos noble o meritoria". De hecho yo en esta ocasión, dado el desarrollo del partido, ni me puse tan nervioso ni me alegré tanto como en otras ocasiones. Ya me acordaré cuando perdamos alguna tanda ya... En cualquier caso hubiera sido una pena haber tenido que usar lamentables argumentos como
"Dentro de un año volvemos" o
"El que ganase la Confederaciones no gana luego el Mundial" para enfrentarnos de nuevo a Uruguay por el tercer puesto. La probabilidad existe menos de lo que pensaba hasta ahora en este tipo de cosas. Quizá un poco de componente psicológico que condiciona, pero poco más. Para acabar con esta vaga teoría, decir que España ha vencido en sus
tres últimas tandas, ante rivales tan temibles a priori en estas lides
como Italia y Portugal. No creo que sea coincidencia que la mejor época
de la selección coincida con estas victorias. Algo de saber hacer y de
mentalidad ganadora habrá ¿no? Eso sí que es una suerte.

Este partido me recordó muchísimo al desarrollo de las semifinales de la anterior Eurocopa, precisamente justo un año después. Ese día, por motivos de trabajo yo estaba solo en un hotel de Wroclaw, viendo el partido a 3000 km de mi casa y de mi amada. Un año después he sufrido cambios tan extraños pero efectivos como los que hizo ayer Mister Potato, que aunque a veces me saque de quicio casi todo le sale bien al mamón. Eso de momento no cambia, y se celebró esa efeméride calcando a la perfección el desarrollo. Sea con el sabor que haya sido, estamos en la final, por fin jugamos ante Brasil, además en una final de un torneo que me ilusionaría bastante ganar, casi lo mismo que otro Mundial, porque ¿cuándo va a tener la selección oportunidad de volver a jugar este evento? ¿Cuándo vamos a volver a ver los brasileños acojonados de enfrentarse a España? Esto no tiene precio, pero no lo termino de valorar como debería. Me pasa también con cosas ajenas al fútbol.