sábado, 13 de abril de 2024

Los deberes antes del examen

Estaba convencido firmemente de que ganábamos. Por eso, ni cuando me enganché al partido y vi que íbamos perdiendo. Con seguridad que hacíamos un Las Palmas. Me agarraba a que era tan evidente el posible pinchazo que no se iba a dar. También confiaba en que la coctelera de este aperitivo para el infierno amarillo funcionaría. Respecto a eso, al Cholo no hay quien lo entienda. Fffermiren sigue sin rascar bola, el chavalillo El Jebari y él fueron dos nombres que hubiera gustado ver. También es verdad que si por haber pecado de reservón hubiéramos palmado a ver qué ánimo tendríamos habiendo dilapidado de nuevo nuestro exiguo colchón, porque mañana el Bilbao verás como gana; ni borrachera ni pollias. No puede ser todo tan evidente. Yendo de nuevo al Girona, dicen que si se jugó 442 un rato, yo llegué más tarde y seguramente no me hubiera dado cuenta. En fin, yo mientras ganemos... Y encima con goal average incluido, como bien me chivo el Bati cuando estábamos doblemente tranquilos: porque el Girona no nos hacía ni cosquillas y porque después del achuchón del Borussia del otro día, cualquier cosa era una caricia.


Pero como digo, la cosa anduvo fea con ese gol del actual pichichi Dovbyk, que he tenido que mirar cómo se escribía. Por si acaso, quién sabe si será nuestro empotrador próximamente. Empatamos mientras tendía la roap, pero siempre que hay un penalty tengo más cague que esperanza. Menos mal que estaba por ahí "Antuán" (con voz de Juanfran) aunque tampoco nuestro ebanista es garantía 100%, ni mucho menos. A la cazuela el empat, y tras la ya habitual reinildada de ese posible penalty al Savinho ese: no deja la ruleta rusa ni en Ramadán el bueno de Mandava, logramos remontar en un gol con derroche de creencia. Bien Morata, ya te llegará el tuyo, más ahora que te has pelao. Por lo pronto el dos a uno de Radamel Correíta, de cabeza, no precisamente su especialidad, llegó de un genial rebañe de balón y asistencia del nueve de España. Ojo al no movimiento adrede de Nahuel Molina, para que luego digan. Me alegré muchísimo por todo lo que describo. Luego el purassso de Griezmann, donde me acordé de la frase de Roberto Solozábal: "El fútbol es uno de los deportes que más premia el error.". Porque todo viene de un mal centro de Rodrigo SexPaul. Aunque para error, la celebración entre Antoine y Rodri. Hay que quererlos, pero es pa matarlos. Este tres uno era oxígeno para un partido que se torció al inicio, se pudo volver a poner de nalgas, y en el que aunque los cambios no lo indiquen tanto, esta vez no se sufrió. El picorsito ya me lo noto, menos mal que el martes ya está ahí. Por favor, un penúltimo esfuerzo en Alemania, Atleti: haz que esos nombres que tanto pavor me han producido cuando he bicheado lo que ha hecho el Dortmund. Y aunque quedaría de lujo terminar con esa palabra que es lo único que nos preocupa ahora, yo tengo un hueco para acordarme de alguien que nos ha dado tantas alegrías y creo que es un buen tío, solo si acaso un poco bocazas cuando cree que está en su salsa, como yo.

Te banco, Germán Adrián Ramón 



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