lunes, 19 de febrero de 2018

De locos

Un buen comienzo ante otro rival que venía de pasar frío y golear por el gélido norte. Y no me digan que este Athletic es vasco de los de no pasar rasca, porque los bilbainos dieron otra vez ante los nuestros una imagen más bien gatuna (que por cierto suena euskera que te cagas). El primer acto transcurrió de más a menos, y con hechos constatados como el sorpaso de Giménez a Savic (no voy a decir que no me alegro) o que Correa, con sus cosas, es el único factor fantasioso/desequilibrante que tenemos. El Athletic, si fue algo, fue la perilla de candado de Iñaki Williams (muy recomendable su Informe Robinson), y tan solo durante la primera parte. Él fue protagonista de un lance en el que no más hubiera faltado que les pitasen penal, y donde Lucas quedó tocado. En el otro área Diego Costa deliraba cuando le chulearon uno bastante claro. Si es otro delantero del Atleti creo yo que lo pitan, que ya es decir, pero los de negro no se fían del brasilero. Lo de la amarilla por gesticular sí se la ganó a pulso, pero es buen chaval hijos de puta, a ver si en el Nou Camp no pitais eso.


Hay dos tipos de partidos: los que te tomas la copa y luego rellenas con el remanente de refresco, y los que además de ese extra le echas otro chorro de licor y un cubito. Éste, tras ver cómo había finalizado la primera parte, era de los segundos. Yo hablando como si siempre pudiera tomarme un pelotazo sabes? Mi desconfianza emanaba de que estos encuentros son susceptibles de encasquillamientos, y no siempre va a aparecer un centro de Vrsaljko o una cablagada de DC... el juego del rival era tan romo y fallón que temía que el destino caprichoso les tuviera guardada alguna. En esas aparece Oblak, regateando a uno: vale. El balón sin dueño por unos segundos que seguramente serían unas décimas en realidad (ni he querido ver la repe), y milagrosamente sale del segundo regate cuando yo ya veía el esperpento hecho marcador. Por cierto, ¿qué coño es esa puta equipación blanco merdellón? No la quiero más eh, si hasta en mi análisis me han sacado leucopenia... Oblak o de negro o de verde "Courtois", y punto. El caso es que tras este entuerto la jugada siguió, y cuando aún no se me habían relajado los esfínteres ni bajado las pulsaciones llegó el gol, que paradójicamente nació en Eslovenia, en esa histérica jugada. Quizá por eso el Cholo celebró el gol al cubo. Qué manera de agitarse con traje... Mientras, a mí me sigue flipando la conexión franchuta. Gameiro me encanta pero solo si está Antoine detrás de él, parece que el ex-sevillista se siente más seguro con nuestro querubín al lado. Por cierto, cásense con quien les mire como la reportera miraba a Kevin al final del partido. De ahí al final destacar la entrada de Gabi, cuya suplencia junto a la de Godín demuestran que el relevo generacional progresa adecuadamente, y por supuesto el gol de Diego Costa, que engañó al proto-vikingo y a mí cuando se la metió por el primer palo. Yo sí que estoy loco por ti lagarto. Los del Bilbo languidecieron sin pena ni gloria, siendo el peor rival que ha pasado por casa este año, que se guarden del Málaga que lo mismo... NO. Eso sí, ojito que en la Uefa puede ser esto otra historia, en la que haya penaltys y todo.

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