¿Se han parado a pensar en la cantidad de elementos que influyen en los acontecimientos de nuestra vida? Desde el más banal al más crucial... Y hablando de vida ¿se han parado a pensar cuántos factores influyen en el transcurso de un partido de fútbol? Estrategias y esquemas planteados con mimo y dedicación. A priori buenos y que gozan de sus minutos de gloria, pero que se ven truncados por un penalty, una expulsión, lesiones, un tempranero gol en propia... y eso sin contar el estado de tino y ánimo de los futbolistas propios o, mucho peor, rivales. Cada partido hay decenas de puntos de inflexión, y a veces oportunidades para revertirlos. En cada día de nuestra vida hay también muchos de ellos. Lo mismo cobran vida en forma de flores en una cuneta que en champán desperdiciado en la administración de un pueblo perdido. No seré yo quien diga que la vida es como un partido de fútbol, porque no hace falta decirlo más veces.

- Planes inesperados: resulta que en un concurso de Facebook, esa arma del diablo, le tocaron a mi cuñado del Madrid dos entradas para el partido. Decidieron, sabiamente, que fueran mis dos sobrinos, su hijo del Madrid y el primo, también sobrino mío, del Atleti. Y éste último, tras tantos sufrimientos y alegrías juntos, tras darme el coñazo con unas putas chaquetas que le pedí por internet esta semana, no es ni para decirme que va a ir al partido, algo sin duda especial para nosotros, como si me fuera a mosquear por no ir yo, que vivo en otro pueblo y además puedo ir cuando
me salga de la pollalo negocie con mi pareja a un partido. Luego echó agua oxigenada a la herida diciendo que no se le había pasado por la cabeza. Guardada queda.
- Planes que se tuercen: este finde se jugaban más derbis aparte del Liverpool-Everton y del Schalke-Dortmund. También en Málaga, el Atlético Malagueño iba a jugar contra el Antequera en el grupo IX de Tercera División. Tenía pensado ir, pero el vestido de novia de mi prometida resultó tener un desperfecto. La tienda esa solo abre los domingos, le dan cita para las 10:30, ergo me tenía que quedar con un renacuajo con rapado de hooligan y andares de Gerd Müller. Otra vez sería...
- Planes con giro de guion: ...pero al final fue todo muy rápido, volvieron a tiempo, y aunque con la hora pegada al culo, llegué al estadio. Lleno hasta la bandera, medio pueblo allí. Además del 3-0 en contra, me llevé al oído lindezas por doquier hacia el árbitro dichas desde el presidente al último de la barandilla. Ello me recordó a los altercados que se han grabado últimamente en campos underground. Como si solo existieran esos y fueran brotes aislados... Además de constatar el poco respeto a los árbitros que se tiene cuanto más bajamos en la pirámide, me llevé una insolación considerable, única cosa que puedo hacer para parecerme a un guiri con apartamento en primera línea de playa. Rojiblanco por dentro y por fuera.
- Planes futuros: No lo digamos muy alto, pero de momento, en la jornada 36, podré volver al Calderón. Ida y vuelta en el mismo día, y acompañando entre otros al mismo cabronazo que no me dijo que iba al Málaga. Lo conducido por lo servido será. No le invito ni a un paquete pipas.
Como hemos visto, no se puede planificar demasiado. Además, con tanto encorsetamiento y cuadriculismo, el fútbol sería tan aburrido como ver una cadena de montaje de la Bimbo. Por suerte o por desgracia la diosa incertidumbre siempre está ahí, golpeando a unos más que a otros y siendo imprescindible para disfrutar de esta mierda.
2 comentarios:
No sea usted muy duro con su sobri, hombre ... Fijo que no se lo dijo para que usted no se enfadase, sabiendo cómo tiene metido el veneno rojiblanco por sus venas.
Le juro que me acordé de usted y pensé: "fijo que Don Dami irá a la Rosaleda". Hasta mi hermano se lo dije y todo, pero bueno. Lo importante es que se ganó en un campo jodido, y frente a un equipo que siempre nos lo suele poner en chino, así que bienvenido sea todo.
Fuerte abrazo.
Al final no fui, me daba pereza porque he ido bastantes veces y aunque yo voy a ver al Atleti, el Málaga ya fue el rival al que vi en el Calderón este año. A Granada sí que quería ir...
Respecto al sobrino, todo arreglado si es que había algo que arreglar, pero no le viene mal un rapapolvo porque aunque es un buenazo también es un manipulador y un convenido de cuidao (la tara de haber coqueteado con el R.Madrid de pequeño).
Saludos cordiales!
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