Mientras el Cholo termina de verter la cantidad exacta de agua en cada copa para tratar de conseguir la armonía que nos dé alguna Copa, se vio a un Atleti quinceminutal, hijo del de la temporada pasada, nieto del de la anterior, que tras conseguir el tanto no supo ni rematar la faena ni dormirla con la sapiencia de los últimos años. En mi opinión, nada de que preocuparse de momento, es cuestión de tiempo que el argentino inocule el veneno rojiblanco para que la mayoría de fichajes parezcan socios del Atleti de tercera generación. De hecho, esta plantilla me ilusiona bastante, pero más que nunca dependemos de nuestro entrenador para conseguir que todo funcione. Ya que estamos, cuando digo entrenador, la mayoría de veces incluyo en el paquete al Mono Burgos incluso al Profe Ortega. Sin ellos no somos casi nada.
Por lo que al partido respecta, no tengo más que añadir excepto que creo que no me equivocaba al pensar en Correa como un fichaje excelente, Antoine es el faro, Oliver y Jackson han de ser claves, Oblak parece seguir en estado de gracia y Filipe no sé dónde estaba el año pasado, pero creo que nunca se quitó la camiseta del Atleti debajo de la de Samsung.

No es casualidad que los salvavidas sean rojiblancos, Porque ahí seguimos, de nuevo mi Atleti vuelve a rescatarme, siendo testigo mis problemas reales, los problemas que en realidad son evolución, y los problemas que no son tales pero que para uno son Problemas. Un bar de yonkis que parece estar instalado en mi puto salón, proyectos de volar, proyectos de quedar, llamar al mecánico, llamar al hospital, ordenador medio roto, cuidar de mi familia de una persona y media, reforzar experiencia laboral... Los nuestros no pueden hacer más que mejorar lo ya bueno (empezar ganando lo es sea como sea) y yo mientras resuelvo mis mierdas espero volver a hacer del fútbol un lugar de deliciosa tensión y disfrute aunque sea por la tele, porque lo que es jugar, encima últimamente no juego una puta mierda. Todo se andará por supuesto. Forza Atleti, y por tanto fuerza para mí y para los míos también, para seguir y para nacer, quién sabe si del Atleti...