domingo, 24 de diciembre de 2023

Conexiones

Partido que hará a los palanganas y colchoneros irse de Navidad con el consiguiente ahorro de miles de palabras de los "si ganamos al Sevilla" o los "con un partido menos/más" para analizar la tabla, que por fin está en orden. Duelo clásico contemporáneo que hizo que los primeros, además, se llevaran un triunfo con reminiscencias de hace tres días... porque al pobre Çaglar no le sale nada más que salir del campo... Pero Llorente marcó: mejor revulsivo oficial en detrimento de nuestro Angelito. Lo hizo tras hacer una pared con el pisa escudos que, como buen caballo que es, la devolvió con una coz y así marcó Marcos en otro encuentro aplazado por lo meteorológico, como el día del Bilbao, cuando la última liga que ganamos se endurecía. Yo casualmente pedí comida en el mismo sitio que aquel entonces, y también esperaba algo que crecía. Reinildo apareció de nuevo, precisamente tras verme con gente que no veía desde el día que se lesionó. En la zona mixta mencionó a Zahínos, al que yo entrevisté cuando aún no era preparador del Atleti. Lo hice quizá con más tiempo, pero con la misma ilusión y amor por mi equipo que cuando empecé este diario, porque esa conexión es imborrable aunque a veces no pueda verte. Esta vez un Carrefour fue mi estadio, allí vi disfraces de Predator, como el horripilante peinado de De Paul, nuestro predador sexual de marras.
¿Cuántos de los 50 de este año vi medio bien? Los suficientes... No tengo tiempo para contarlos y temo no acordarme de alguno, yo que era un dechado de memoria estadística.
No me extrañaría, irónicamente, verme a la vejez como el viejete del anuncio de este año de Navidad, aunque mi ídolo sería de los del bando de Collar. Queda lejos, pero noto con estupor que este disco duro se desfragmenta a pasos agigantados y la caché es casi inexistente. Desconecto del fútbol, pero sigo conectado a mi Atleti. Que como a Don Enrique, si algún día pierdo la memoria, me ponga un escudo, o a unas malas unos párrafos de este blog, y mi cerebro creo yo que sentiría, como el corazón del Grinch cuando ayuda.

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