No empezaba bien el día, con la derrota de España ante Brasil en la final de la Copa del Mundo de fútbol sala. Desde aquí me enorgullezco de practicar con mucha más pena que gloria este deporte, que tantas alegrías nos da. España es una superpotencia en él. El otro día dije que Brasil me parece la mejor selección a nivel global, pero después del partido de ayer no crean que lo tengo más claro, aunque, como en el fútbol 11, sus individualidades te matan, y eso también cuenta. Y por favor, árbitros más profesionales en una finalísima de un Mundial, NO es excusa, pero vale ya de tercermundismo arbitral, que en esta ocasión nos fastidió a nosotros.
Paralelamente, el equipo español de Copa Davis estuvo cerca de levantar su sexta ensaladera. No me gusta tanto el tenis como para ponerme a ver partidos de otros torneos, pero la Copa Davis tiene un no se qué qué se yo que me entusiasma. Los checos fueron justos vencedores y se acabó. No se puede ganar siempre, tanto en tenis como en fútbol sala.
Paralelamente, el equipo español de Copa Davis estuvo cerca de levantar su sexta ensaladera. No me gusta tanto el tenis como para ponerme a ver partidos de otros torneos, pero la Copa Davis tiene un no se qué qué se yo que me entusiasma. Los checos fueron justos vencedores y se acabó. No se puede ganar siempre, tanto en tenis como en fútbol sala.
D. Costa fue clave en el triunfo. |
¿Y qué narices tiene esto que ver aquí? Pues no mucho, pero mi pasión por el deporte me lleva a mencionar esos acontecimientos. En ellos, además de las similitudes obvias, existe un nexo común: el escudo del Atleti. Desde que recuerdo, raro es el evento deportivo con participación española en el que no vea algún seguidor con camiseta o bandera del Atleti (mundiales de balonmano, eurobaskets, carreras de motos...). Estamos por todo el mundo, si vieron medianamente el futsal o el tenis ayer, sabrán de lo que les hablo. Y sabrán aún más de lo que les hablo si pensaban que el Granada-Atleti iba a ser un tostonazo de proporciones siderales. Llámenme cenizo, que lo soy, pero si hubiera hecho una quiniela a este partido le clavo una X como un templo, no solo X sino de 0-0. Más todavía sabiendo que algunos rivales directos habían pinchado, y que en otros partidos fuera ya habíamos dejado dudas. Quedaba una tercera bala en la recámara para "alegrarme la tarde", pero no esperaba mucho del partido más que pelotazo y centrocampismo del malo. Afortunadamente, un golpe de timón de nuestro Almirante argentino barrió para casa los tres puntos en disputa de la bella ciudad de Granada.
El primer tiempo lo vi intermitentemente, tan intermitente que estoy flipando con la de ocasiones que me perdí viendo el videoresumen. En un principio, con lo poco que vi y oí me dejó la sensación de que un soso Atleti perdía a los puntos contra los nazaríes. Se andaba por la cuerda floja, corriendo el riesgo de salir llorando de allí. Había que hacer algo para revertir la situación. En esas entró Don Diego Costa. El brasilero, peleón como él solo, y secundado por Koke Resurrección, nunca mejor dicho, ayudaron a Arda a abrir el marcador. La jugada parte de un genial pase al hueco de Koke, Diego Costa aguanta la pelota hasta la saciedad, ve a Koke abierto por la derecha y el canterano la cruza al otro lado, donde el turco remata de forma poco ortodoxa (es musulmán) para batir al porterazo Toño. Ya era hora! Aún me acuerdo de Santander el año pasado...
Los dos jugadores que habían entrado participaron en el gol, claro síntoma de que esta vez los cambios fueron muy acertados, como casi casi siempre. Se habían ido a la caseta un desdibujado Adrián, que conmigo tiene aún cheque en blanco (que se está poniendo en un feo beige), y Raúl García, que no pudo usar su capacidad llegadora más que con un tiro lejano.
Arda Turan, bate a Toño con suspense. (fuente imagen: EFE) |
Con el gol de nuestro Alejandro Magno personal, el partido parecía matado, de hecho, las mejores ocasiones que recuerdo hasta el final fueron rojiblancas, dos de ellas de Falcao, que se fue de vacío. Entre medias la expulsión por doble amarilla de Mario Suárez. La primera tarjeta, vista en la primera parte, me pareció clara, y la segunda la vi de refilón. Viendo el resumen comete una mano tan tonta como innecesaria. Entró Tiago por Arda para contener, y no desentonó. El equipo no sufrió apenas a pesar de estar 20 minutos largos en inferioridad. Recordemos que este Atleti está en su salsa cuando elabora poco y tiene espacio arriba, y en especial cuando está agazapado gestionando la ventaja. Lógico en un equipo con una buena segunda línea y un mediocampo voluntarioso pero limitado técnicamente. Aunque, ¿qué quieren que les diga? para el estilo que propone Simeone, yo estoy contento con él. Cada vez sufro menos y confío más en este equipo, competidor como él solo, mejor dicho, competidor como EL CHOLO.
Ideas sueltas:
- gran banquillo: he mencionado varias veces la cantidad de recursos de los que disponemos en la segunda línea. Hoy fue el turno de Costa, que fue una tanqueta peleando y aguantando balones, y Koke, que defendió como un jabato y por si fuera poco fue clave en el gol. En mi opinión, estos dos tíos merecer ser titulares el próximo partido de liga.
- El cambio más largo del mundo: La nota cómica la tuvo el primer cambio. Fue una situación grotesca que pueden volver a vivir aquí. Al parecer todo radicaba en unas medias que llevaba Diego Costa bajo las oficiales. Hay gente muy aburrida... Luego seguro que contra el Hapoel nos visten al árbitro con el pantalón de fuera de casa de los israelíes.
- hora y media sin Mario: el próximo partido de liga no tendremos al paradójicamente indispensable Mario Suárez (a Valencia me remito). Veremos la solución que toma el Cholo sin poder contar, esta vez por sanción, con nuestro ancla. Tiago, Koke o Emre se comen las uñas mientras tanto.
- Los Alpes: se avecinan una serie de partidos en los que a priori es lógico dejarnos una cantidad importante de puntos: Sevilla (pletórico tras golear al Betis), Real Madrid, Depor y Barcelona. Ante el Sevilla, de ganar daríamos un puñetazo considerable encima de la mesa, y luego contra los dos colosos veremos qué se pueden hacer. Confío mucho en los nuestros, pero no por ello soy menos consciente de la cruda realidad.
- Colchón viscolátex: para defender la plaza Champions tenemos puntos de sobra que nos hemos ganado en este espectacular arranque, el mejor de la historia a estas alturas. La frontera entre el quinto y nosotros es de 12 puntazos. Y si nos centramos en mantener la tercera plaza, suponiendo que el Madrid nos rebasará, el Levante es el inmediato perseguidor y lo tenemos a 11. Además, aunque sea anecdótico, es un gustazo llegar al derbi por encima del Madrid, luego dios dirá.
No hay comentarios:
Publicar un comentario