miércoles, 6 de diciembre de 2017

La Orquesta del Titanic

Y se acabó. Sabíamos que era difícil, sobre todo por no depender de nosotros mismos. Por el baneo para fichar, por Allison, por el palo en el 91 en Roma, por el Qarabag, por un gran Chelsea que en ambos partidos demostró que aspira a todo este año... Un cúmulo de despropósitos que se han cernido sobre nuestra competición fetiche (la Europa League hace años que no lo es hijosdeputa chistosos). Tras cuatro temporadas siendo uno de los gallos del selecto corral europeo. Pasando siempre como primeros de grupo, torpedeando grandes transatlánticos del viejo continente, tras tantas previas inolvidables, tras muchos goles que nunca olvidaremos, tras derrotas sufridas tan cruelmente como dignamente las soportamos, se acabó la Champions este año cuando aún no están ni los belenes puestos.



No obstante, por si había alguna duda, los nuestros ayer se dejaron el alma ante un rival que sembraba el terror a cada llegada. Gran Chelsea este. El duelo de banquillos de alopécicos reinjertados esta vez no fue desigual, y aguantando cual Rocky, tuvimos nuestro momento tras el descanso. Palo de Filipe Luis, que lleva un par de partidos de capitán de facto, y en el córner de después Torres prolonga de cine para que Saúl, abonado a estas noches europeas (le quedan un montón aún) amartilló al viejo amigo Tibu. Lo celebré antes de que entrara y eso que sabía que en el Olímpico poco quedaba ya que rascar con el gol de Perotti. A mí me daba ya igual. Yo quería que el Atleti dejara el pabellón bien alto y ganar en Stamford Bridge era sinónimo. Ese gol recordó al de Adrián en las semis de 2014, y a tantos goles del ilicitano, y esas paradas de Oblak tenían aroma a los duelos imposibles contra Barcelona, Madrid y Bayern, donde sabíamos sufrir como nadie para elevar al cubo nuestras virtudes. Confío en volver a esos días. El justísimo empate blue fue solo una pizca de amargor en el buen hacer rojiblanco. Un orgullo ver la actitud hasta el final. Lástima de partidos ante el equipo azerbayano, que nos condenaron a llegar aquí vendidos. Lástima que Diego Costa no pueda emparejarse con Griezmann en la competición de competiciones. Fracaso. Eso está muy clarito. Y ahora que toca ir a galeras, valoramos como nunca el hecho de pasar de fase de grupos, algo que estos años era un axioma. La Europa League va a ser difícil de digerir, y es lo suficientemente peligrosa como para que nos encariñemos y nos apuñale también. Por eso hay que ir a por todas, con respeto, y volver más fuertes el próximo año. Solo queda dar las gracias por estos maravillosos años, donde en esta competición hemos hecho cosas que ni nosotros mismos hubiéramos imaginado, por dolorosas algunas, y muchas otras por increíbles. Hasta luego orejona zorra.

1 comentario:

Tomi Soprano dijo...

Muy grande, Maestro (la tónica habitual en vos, está claro). Y sí. Efectivamente. Queda tanto por disfrutar ...

Fuerte abrazo, señor.

PD.- Recuerdo un reportaje de Man de hace unos cuantos años con Maribel Verdú, que, Virgen Santa ... Ufff