Ya lo dijo nuestro entrenador cuando lo entrevistaron el otro día. Le preguntaron si prefería la liga o la Champions, y el dijo "ganar al Bilbao". Sin aspavientos el Atleti se adelanta en la eliminatoria para dejarla al 51%, se decidirá en terreno hostil pero defendiendo una aceptable ventaja. Un Athletic gatuno, no se lo creyó. Si a eso sumamos el buen hacer colchonero, aun notándose que faltaban titulares, nos da este resultado corto pero esperanzador para la vuelta en San Mamés. Pocas ocasiones, pero han resucitado las magníficas asistencias de Koke, y prácticamente con eso el Atleti ya fue merecedor del triunfo. Lo que ya había desperdiciado un Adrián que conmigo ha dejado de tener crédito, no lo desaprovechó Godín para hacer diegol. ¡Qué manera tan virulenta de rematar! Este tanto llegó en el mejor momento, justo antes del descanso.
El Cholo movió ficha quitando a Guilavogui, puede que demasiado pronto, se va a sentir señalado, pero la competitividad con Simeone es máxima. De hecho se notó positivamente la presencia de Gabi, y la posterior de Arda. De ahí al final estuvo más cerca el segundo que el empate, a pesar de sestear peligrosamente, pero no tanto como ante el Sevilla. Atrás estuvo muy bien la pareja de centrales, siendo hielo Alderweireld y fuego Godín. Demasiado parsimonioso el uno y demasiado alterado el otro: ying-yang.
¿Y arriba? Diego Costa y el gol se han dado un tiempo, y mientras tanto sigue por tugurios de mala muerte metiéndose en peleas callejeras con cualquier central que pilla. Anoche pudo ser expulsado, y con su falta de anotación, incluso los no oportunistas como yo vemos con peores ojos su comportamiento. La ventaja que ha ido naciendo es que los contrarios también exageran y simulan deliberadamente (que no la plancha, que era segunda amarilla) muchos lances con él. Quizá por eso ayer acabó el partido, porque los árbitros no saben ya de quién fiarse (muy mal el colegiado igualmente). Al hilo de lo mismo, ayer percibí un chivatismo y lloriqueo impropio de chicarrones del norte, pero no hablo muy alto porque la vuelta allí puede ser de traca. Luego está Godín, que además de marcarse un partidazo en cuanto a juego, se le fue la olla demasiado. Sin embargo, no he visto por ningún lado el plantillazo de Aduriz a éste, pero sí las imágenes de cómo el uruguayo perdió los papeles cerca del final del partido, incluso después le duraba el cabreo. Hay que tener cuidadín con estas mierdas que luego nos buscan las cosquillas en cada campo, y puede que con motivos.
Ahora se cambia de estadio hasta que dé comienzo el tercer tiempo de este partido de 180 minutos. Todo por decidir, pues. Confío en este Atlético, que suele moverse como pez en el agua en estos partidos. Enfrente uno de los peores rivales posibles: precisamente vienen de dos rondas donde han remontado sendos 1-0 en la ida (Celta y Betis). A priori será un Leones contra Tigres que no me perderé por nada del mundo. Hablando de felinos, ánimo de todo corazón a Radamel Falcao García. Ojalá pueda estar en el Mundial. Y hablando de babosas, todo mi desprecio a los imbéciles que han firmado el indulto a Del Nido. A mí se me caería la cara a pedazos de hacer eso, sus intereses tendrán, incluido nuestro presidente.
ANEXO: Un poco de historia rojiblanca
Dos equipos con mucha historia. Padre e hijo, que con el paso de los años se han transformado más bien en hermanos que, olvidando su origen común, a veces se odian entre ellos. Recordemos que el Club Atlético de Madrid S.A.D que conocemos actualmente, proviene del Athletic Club de Bilbao, cuando decidió fundar una sucursal del mismo en Madrid allá por 1903. Con el paso del tiempo, esa especie de filial comenzó a cosechar éxitos, y a día de hoy, los rojiblancos colchoneros tienen un palmarés superior en muchas facetas al de los vascos. La Copa, que es lo que nos atañe estos días, nos ha deparado un enfrentamiento que no se producía desde 1992, año en que por cierto fuimos campeones. Antes de la crónica que espero hacer del partido del 23 de enero de 2014, incrusto aquí lo poco que he recabado de las eliminatorias entre bilbaínos y madrileños. Básicamente, el primer enfrentamiento copero data de 1921, año de la primera participación del Atleti en este torneo. Hasta entonces no participó, mientras que a esas alturas el Athletic Club ya tenía siete entorchados. En ese primer duelo, los euskeras nos golearon para llevarse su octava final. Tras ello, más duelos se fueron sucediendo y todos con desenlace favorable a los norteños. En total nueve derrotas consecutivas, incluyendo un doble enfrentamiento en forma de liguilla en 1928 en el que perdimos ambos*. Pero la tendencia cambió drásticamente en 1972. En la ida, el Atlético de Madrid ganó por 4-1, y aunque perdió en la vuelta, logró eliminar por primera vez a este rival en Copa. El siguiente recorte contiene la previa de ese primer partido de la eliminatoria.
A partir de ahí, victorias y más victorias colchoneras, hasta un total de cinco, aunque han pasado más de veinte años del último precedente. En resumen, si nos ceñimos a la Copa, 5-9 gana el Athletic Club, incluyendo ahí dos finales ganadas por ellos (21 y 56) y una ganada por nosotros (85).
Además se han producido enfrentamientos en otros torneos oficiales de carácter eliminatorio, delimitados en cuanto a vencedor por ese punto de inflexión que fue 1972. Anteriormente a ese año, el Athletic nos ganó la Copa Eva Duarte de 1955 (una predecesora de la Supercopa). Aunque no es menos cierto que hubo un enfrentamiento en la Copa Presidente, donde hubo una victoria para cada equipo aunque a la postre el Atleti fue el campeón. También en dos ediciones de la efímera Copa de la Liga de primeros de los ochenta les derrotamos. Para terminar, por supuesto, el precedente más reciente: la Europa League de 2012, con la actuación estelar de Falcao y el baño táctico que les dimos.
Dos equipos históricos y laureados del fútbol nacional, que han llenado páginas de gloria en nuestro deporte. Se enfrentarán esta vez, y las que quedan...
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