Pitó el árbitro el final y acabó la batalla. Un hombre de negro, agita con contundencia ambos brazos con los puños apretados mientras se dirige a los vestuarios de la pocilga. Él es el "noble y bélico adalid" de la letra que suena para tapar los pitos que ha provocado, y que sus soldados han certificado porque creen con fe ciega en su guía. Nueva victoria en el derbi. Y yo, mientras, con la alegría relajada de cuando ocurre algo muy deseado, léase cuando tienes algo que ansiabas en demasía, como un regalo de niño o un capricho de adulto, que dices: "Vale, ya lo tengo: ¿y ahora qué?", o incluso una sensación comparable al típico descenso de deseo sexual tras eyacular. Pero para sufrir esa sensación de flotante relajación, antes hay que haber tenido paciencia, trabajo y espíritu combativo respectivamente. El Atleti ayer, y siempre en los últimos tiempos, lo tuvo, y mucho más que su rival. Más fútbol también.
Sabía que podía volverse a repetir la historia de la final de Copa, pero reconozco mi reticencia. Más que por falta de confianza en los nuestros, porque era casi normal perder ante un equipo tan superior sobre el papel, y para colmo viniendo detrás en la clasificación. Existen varias casualidades entre las dos últimas victorias en el Cuerna. En mi círculo interno, lo vi con una de las personas que la vez anterior, y, en un plano más general, Casillas no jugaba. Hasta hace poco mantenía la ridícula teoría de que mientras jugaran Raúl, Guti y Casillas, el Atleti no le ganaría al Madrid. Que había una maldición también llegué a pensarlo. Menos mal que ha terminado la tortura de derbi tras derbi, pero ahora destierren el término casualidad de su cerebro. Lo de ayer noche no lo fue.
Con plena convicción salió el EQUIPO, con unas basculaciones inconmensurables y una capacidad de sacrificio al alcance de muy pocos. Así, concentrados y cada uno sabiendo dónde hacer daño, llegó el primero. Roba Filipe al asqueroso de DiMarica, asistencia celestial de Koke y define Costa. 0-1. Debieron de rabiar con la celebración del brasileño. Que sí, españolitos orgullosos, que no es español, ya ves tú qué pena tendrá el malo de Diego. Ojalá lo llamen con Brasil, le pegaría más, pero si jugase con la Selección y marcase seguro que lo celebraríais, como los que le hacen uh uh uh y luego tienen a Pepe al lado mirando. Esto va por los que lo hacen en mi estadio también.
El que más y el que menos, esperaba una reacción colérica y embotellante del Mandril, pero nada más lejos de la realidad. El Atlético de Madrid siguió teniendo el control, y las mejores ocasiones. Diego Costa seguía en su salsa, y el alopécico portero de goma rival tratando de desquiciarlo. Así se llegó al descanso. Quedaba mucha tela blanca por cortar, meter en el batán y teñir de rojo sobre blanco. En esas llegó el segundo tiempo, con el mandibulado fichaje de 100 millones impotente a banda cambiada, con Arda dándose una paliza persiguiendo a todo portugués con cara de chulo que veía a su alrededor, y aparte dando un recital de proteger el balón y llevar el tempo del partido. Qué grande el turco. Un guaperas que yo me sé habrá soñado, si es que ha dormido, con nuestro gran Barba Turan, y en cómo en plan Bocubbas el bereber, trataba de estrangularle apretándole su superlativa nuez.
Pasaba el tiempo en Fuengirola entre temas ochenteros, para el que no lo sepa, es una población costera de Málaga, lugar de nacimiento de Juanito, que curiosamente jugó también en el Atleti. Aparte de eso, existe en primera línea de playa un local que presume ser rojiblanco, aunque no lo vimos allí mi compañero madridista y yo. Al volver del descanso físico, porque mental seguro que no, Diego Costa perdonaba, Villa hacía un trabajo invisible muy bueno, Tiago era el mejor luso en el terreno de juego, en defensa apenas fisuras, y las que había eran rápidamente solucionadas por un compañero antes de que el rival pensara en ir a aprovecharlas. Así llegó una de las mejores jugadas, el balón que para Koke, y que tras evitar a Khedira deposita en el larguero. Si hubiera entrado... Tras ello, carrusel sádico de cambios del Almirante Diego Pablo y algún susto provocado por Morata. El chaval tiene una pinta de gilipollas adinerado que no puede con ella, pero le echa cojones y se le ven maneras. Si él, que jugó apenas veinte minutos, fue el mejor de los merengones y eso que no marcó, pues imagínense el resto... Solo hubo una jugada en la que al ver la repetición, aún no sabía qué había pitado. La ultimísima entre Courtois y Gareta Bale. Todo ello mientras sonaba "Under pressure", cortesía del mejor maricón de la historia: Don Farrokh Bulsara. Me puso los huevos de corbata el belga porque si llegan a pitar córner y empatan, la cara de gilipollas habría sido superior a la de el mencionado anteriormente. Entonces el árbitro, tras una actuación inmaculada y llena de poderío, decretó el final. Con él llegó la imagen más representativa de esta crónica, la del Cholo yéndose del césped. Ahora, si quiere usted, podría encadenar esta frase y volver al inicio de la crónica, y así una y otra vez, pero me temo que no va a ser necesario, porque habrá más victorias como esta si todo sigue así. En este EQUIPO no se deja nada al azar (impagable la imagen de todos fuera del banquillo a falta de un minuto) y eso repercute en la tabla. Mientras, el resto de gente del local, o bien se lamentaba o bien alababa al Atleti. "A cinco!" se oía. Quizá fuera yo el único atlético en ese sitio, pero no lo parecía. Me pregunto quiénes de ellos eran catalufos pro-Atleti y también cuántos de ellos quizá se arrepientan de haber ido con los indios en este partido de aquí a unos meses.
En el contexto de los derbis, se rompe con una racha lamentable de 14 años de no ganar a los Ciervos en liga (y dos veces seguidas además, como aquella vez en 1999). De hecho la noche antes vi en una cervecería mientras aprendía a relativizar problemas en buena companía cómo Hasselbaink castigó ese día a los blancos. 14 años ha. Es el mismo tiempo, por ejemplo, que ha necesitado El Chojin para sacar 12 álbumes de buena música que ustedes seguro ni un 1% conocen, y deberían darle una oportunidad. En este mismo glorioso día, que debería ser más normal de lo que es, también menciono a otro derbi que para mí es especial, el derbi del gran Brian Clough, cuya biografía en inglés aún tengo pendiente de leer: Nottingham-Derby County. No sin olvidarme de cosas que tienen gran mérito deportivo y que pasan muy desapercibidas por el fútbol. Todo ello reconociendo que como mucho habré visto un partido de hockey patines en mi puta vida.
Tras esta batería inconexa de conceptos, ahora, como dijo el capitán Gabi: "Es una liga de dos, pero no se sabe de quiénes". De momento eso es una verdad a medias, sabemos si miramos la clasificación quiénes están cinco puntos por encima. Otra cosa será el futuro. De momento se volvieron a enterar los cornudos vikingos de quién manda en la capital. Partido a partido y todo irá bien. Como última reflexión, me quedo con la frase del entrenador: "Todos sabían que había una sola opción, que era ganar". Ahí queda eso, y unas fotos colchoneras de Fuengirola también.
Busto homenaje a Juan Gómez, un grande de nuestro fútbol y que jugó, no con mucha fortuna, en el Atleti. |
1 comentario:
Hola a todos, hemos creado un proyecto de webserie en el que tenemos puestas muchas esperanzas y que poco tiene que ver con el fútbol, no así con nuestra otra gran pasión, el mundo del cine.
Por eso, me siento muy orgulloso de ofrecerles este capítulo piloto de la webserie que hoy ha visto la luz, y que aunque sin medios profesionales, reboza ilusión y mucho trabajo. Os prometemos que la serie irá avanzando tanto en calidad como en contenido.
Sin más dilación, aquí os lo dejo. Espero que os guste y que me ayudéis compartiéndolo en Twitter (@UPP_LaSerie) o Facebook. Un pequeño minuto para nosotros es una inmensa ayuda. Gracias y espero que lo disfrutéis tanto como nosotros lo hemos hecho haciéndolo.
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