lunes, 10 de marzo de 2014

RC Celta 0-2 At. Madrid (J27) - Fondo de armería

Cada partido es más importante que el anterior porque el anterior se convierte en una mera hoja arrancada del calendario. En la retrospectiva desganada de este duelo en la ría, la lectura principal es que los suplentes, los relevos, los menos habituales o los titulares del banquillo, respondieron, y muy bien, ante las bajas de varios primeros espadas del once tipo. Pidgeotto Alderweireld estuvo correcto y sus balones largos, al contrario de los del bueno de Miranda, son bastante precisos. Diego (en una pesadilla post-partido soñé que le disparaban desde la grada) volvió a carburar, y esta vez fue positivamente importante con un marcador igualado, asignatura pendiente del hasta ahora jugador maldito según muchos graciosetes. Sosa, al que reconozco no daba mucho crédito aún sabiendo que es difícil salir desde el banco y sin tanta adaptación a la dinámica del Atleti, dio un golpe sobre la mesa también. Simeone ganó el posible crédito que pudiera haber perdido en otros partidos respecto a los cambios. A ver quién es el bueno que lo discute esta vez, encima de que estuvo sin la ayuda (si es que realmente no se comunicaron) de su Chewbacca particular Don Germán Burgos. Por último un tal Villa, todo un Campeón del Mundo y de Europa (¿y si lo llevara Del Bosque?), afiló la espada de Don Pelayo para ajusticiar al porterazo Yoel. Me encanta este portero de perfil courtoinesco y de irse el belga me iría de cabeza a por él. Espero que el relevo de Courtois (que ya es del Madrid para la próxima jornada) no sea  un enano palomitero sino un bicho como ese. Todo fue sobre ruedas a pesar de la sensación de que se podía pasar mal, pero normalmente el equipo responde a este tipo de partidos igualados con un savoir faire envidiable (Granada, Málaga, Bilbao, Milan, Vigo...). Todos y cada uno de ellos es responsable. Insisto en que es sumamente difícil mantener esta línea, y el retorno a las victorias visitantes ante un equipo tan interesante como el Celta, y con tantas bajas, es para quitarse el sombrero. Y si no lo tienes ir a una sombrerería cercana, y aunque sea usarlo una vez simplemente para reverenciar a este equipo con mayúsculas esculpidas en la roca por Gabi, que no será el jugador más técnico del mundo, pero que todo lo que te quita en unas facetas te lo devuelve en oficio rojiblanco. Ahora a llevar esa esencia ganadora a extramuros, empezando por nuestro lombardo e hidalgo (antes rey) rival del martes. Lo veré con esta misma cara de expectación:


1 comentario:

Unknown dijo...
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