Nueva y trabajada victoria, para no variar, en la vuelta a Elche del Atlético de Madrid. Tenía ganas de que llegase este partido tras las dos derrotas, una de ellas por 5-1, que sufrimos en los años en el infierno. Sin duda estará apuntada por alguna libreta de las que tenía, con partidos y resultados haciendo cábalas para el ascenso. Esas cosas no tan agradables hacen que disfrute hoy más del reverdecer de laureles de mi equipo. No ganábamos allí desde hacía 25 años, cuando unos tales Baltazar, Manolo y Paulo Futre certificaron un 1-3 en la última temporada de los ilicitanos en Primera. Ha vuelto un clásico de la máxima categoría y que los jóvenes y no tan jóvenes ya, no habíamos visto en ella hasta ahora. Todo pasa y todo queda. En la previa, el bueno de Fran Escribá, ayudante de Quique en su etapa rojiblanca, nos definía como un "hermano mayor". Siguen los halagos hacia este equipazo que es el Atleti del Cholo (lo digo ahora y cuando lleguen las vacas flacas). Un equipo parecido al nuestro es lo peor que nos puede pasar, porque la forma de jugar e interpretar el fútbol de este EQUIPO es sublime, sin apenas florituras, pero sublime. Lo de hermano mayor iba en serio, pero en realidad lo fue el Elche. Al igual que esos energúmenos del programa de televisión a los que ostiaría sin compasión, los franjiverdes trataron de hacerle la vida imposible a nuestro Atleti, que lejos de terapias de choque, fue el padre que les suelta dos leches y les deja sin videoconsola y sin dinero pa los porros.
Ya en la primera parte, Gabi en un córner digno del diseño de un arquitecto técnico y luego Diego Costa, nos enseñaron que la pizarra del Mono Burgos sigue en forma y que el portero del Elche podía ser una mina de bauxita de Sierra Leona para los nuestros. Hablando de franjas, yo solo vi, desde mi antigua azotea, la de los veinte minutos que contuvieron los respectivos hachazos rojiblancos. Antes, conduciendo y por radio, ya había constatado lo grande que es la afición colchonera, a la que se le oía muy mucho en un estadio que debió ser una auténtica barbacoa, en gran parte gracias a los locos cuerdos desperdigados por el mundo y que llevaron los colores de Wally a Elx.
Mi azotea... presente en infinitos partidos y que ha sido reconquistada silenciosamente por mi padre y sus pinturas. Ya lejos de ella, me dio coraje no haber tomado una cutrefoto de las mías del sitio donde veo el partido. Pero me quedo tranquilo mostrándola más abajo como era años ha, porque solo ha cambiado por fuera, por dentro siempre será mi hábitat natural. Mientras tenía mis ojos en el partido y el resto de mi cuerpo buscando la camiseta de mi equipo de fútbol sala, Courtois impidió con una parada hacia fuera el posible 1-0. Por el contrario, tras un suave golpe de timón del Almirante Simeone, Raúl García metralleaba desde fuera y en esta ocasión el meta rival escupió el tiro a zona costera. Creo que puede haber falta de Diego, pero el caso es que Koke marcó y luego en un lance similar un tanto light a Arda le anularon otro posible gol. No me ciegan los colores, pero es difícil decidir en ambas jugadas, aunque si el primer gol hubiera sido invalidado no hubiera pasado absolutamente nada. Similitudes diferentes: la discutible jugada del primer gol y el penalty inventado sobre Pepe y la carrera lamentable en la celebración del portuguésh. El perjudicado fue en ambos casos el pobre Elche. Poco más tarde, Diego Costa le pidió un deseo a Adrián en forma de asistencia de oro, y luego no desaprovechó la ocasión definiendo a la altura de ese pase de genio. Aunque gesto feo el suyo de mandar callar, pero que no lo den tanto bombo, que si lo hace el que se ponen máscaras para pedirle balón de oro sale de cada esquina un chupatintas a defenderle. Tan parecidos y tan diferentes tanto ambos jugadores como la prensa sobre ellos. Y que conste que en este caso critico a los medios, no tanto a Cristiano Ronaldo, que me parece un grandioso jugador, chivo expiatorio a veces de mis desahogos contra lo mediático del fútbol (a él seguro que no le importa que lo haga). Menos mal que estoy yo por aquí para abrir los ojos a mis metalectores mientras me tapo los oídos.
2005 |
Le salió bien el plan al entrenador, que desbancó tirando de banquillo (Adri y RG8) las aspiraciones enemigas de puntuar ante este bloque de granito. Es de vergüenza que este hombre no esté nominado para la elección del mejor entrenador del mundo. Pero aquí espero por favor no ver nunca caretas del Cholo en el estadio, sino a la gente animando al ritmo de su enérgico brazo en finales apretados. Cada partido es una piedrecita de playa que se deposita para formar la palabra campeón, no necesariamente de trofeos, sino del día a día. Me voy a prepararme la cena y a ver al Athletic Club contra el Barça, a ver si hay milagro, y no hablo necesariamente de resultados, sino de aclarar pensamientos internos.
PARTIDO A PARTIDO |
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