jueves, 7 de noviembre de 2013

At. Madrid 4-0 Austria Viena (CL) - Arrancando postillas

RAW RAGE
Hace casi 40 años, el Bayern Munich y el Atlético de Madrid se enfrentaban en la final de la Copa de Europa. La hoy llamada Champions League, a pesar de que no la juegan solo los campeones de liga. Todos los que lo debemos saber, sabemos qué pasó, y a partir de ahí, debido a una frase sacada de contexto pronunciada por nuestro presidente Vicente Calderón, el Atleti ha tenido a sus espaldas, a veces incluso con el beneplácito propio de la afición, el apodo de "El Pupas". Otro de los motes que tanto gusta a algunos atléticos, y absolutamente a todos los que te oyen decir que eres del Atleti, es el de "Sufridor":
-Yo? Del Atlético de Madrid. 
-Sufridor eh!? Hay que ver... Entiendo que se pueda ser del Madrid o el Barsa, pero del Atleti...
Hace tanto tiempo que oigo esta cantinela que ni me molesto en rebatirles, y con sonrisa complaciente con un trasluz de desprecio sigo a lo mío. Afortunadamente, en contra de esta corriente de lumbreras retrasados y desconocedores, el actual Atlético de Madrid, se empeña en desterrar ese horrendo calificativo, lleno de connotaciones pusilánimes y grotescas, que excepto en la pasada década nunca fueron fieles a la realidad. A día de hoy, somos, junto al todopoderoso Bayern de Munich, el único equipo que ha ganado todos sus partidos en la máxima competición continental. Qué sufrimiento llevo... tanto que ni vi el partido por miedo a pasarlo mal vaya.

Victoria que a estas alturas no sorprende, y ante un rival sensiblemente inferior. Pero la pátina de profesionalidad que deja patente este equipo en el triunfo la realza sobre la naturalidad. Qué ímpetu, qué hambre, qué espíritu competitivo. Además disfrutaron de minutos Guilavogui (cómodo), Óliver (en su línea de fantasía) y el Cebolla (revolucionario y provocador de un penal). Digo todo ello habiendo visto un macroresumen y pequeños fragmentos del partido tras descargármelo a posteriori. Pero de ahí a verlo entero va un trecho, que el trabajo tiene que ser lo primero, como el Atleti en su grupo de Champions. Nada sencillas ambas cosas.


En Viena son muy típicas las bolas esas de cristal que al agitarlas mueven trocitos de "nieve" en su interior. El FK Austria Wien fue eso en manos del Atleti, un juguete. Joao Miranda fue el encargado de romper esa bola reventando otra contra la portería, porque además no estamos aún en Navidad para tal adorno. Para ello se aprovechó de un rechace en un córner de esos que tan bien sabe sacar Koke. Entre numerosas ocasiones que quizá servirán al portero asutríaco (Lindner) para afianzarse en su selección, marcaron también Filipe Luis (el premio al trabajo bien hecho que Scolari no quiere ver), y, ¿cómo no? Raúl García. El narigón sigue a lo suyo. Otro que no cambia es Diego Costa, que en dos partidos en Champions lleva tres goles. Esta vez le costó más de la cuenta. Penalty fallado incluido, pero al final llegó su premio, lo celebró con rabia. La misma que myself, tras una gris actuación, cuando marqué un gol postrero en la pachanga que tenía lugar mientras que se producía esta nueva victoria europea. Igualito vamos, igual yo con mi camseta de Jamaica dando vergüenza sobre el cemento que el brasileño en el césped del Calderón. Tan parecidos y tan distintos...

Mención especial a la encomiable labor de nuestro temido serial killer, que va a recibir la llamada de Krusty inminentemente. Lo que a priori me parecía una soberana gilipollez de la prensa, va a tener lugar finalmente. Diego Costa en la selección! Yo, reacio al principio por lo de la nacionalidad, lo estoy deseando. Va a ser la polla en bicicleta. Aunque el otro día, en la cafetería del trabajo, escucho a un malaguistademodaqueenrealidadsiemprefuedelmadridobarsa que no ha visto a Diego en su puta vida en acción más que en Punto Pelota, decir que "¿cuántos delanteros tronco hay como él?" aparte de verter demás mierda sobre mi equipo, que osa alterar el statu quo de los últimos años en la liga. Desprecio por doquier del nota, el mismo que con mi mirada le mostré a uno de los que lo oía en su mesa, que intuyo estaba de mi parte por su cómplice reacción. Vaya calvario de individuo. Se tenía que haber quemado la lengua con el café. No te destinaran al Líbano imbécil... Y tranquilos, que sé que Costa no es Maradona, ni mucho menos, pero lo que no es, no es. Todo este debate hay que agradecérselo no tanto al bigote de El Marqués, sino al de Scolari. Lástima que Filipe Luis no tenga ese dilema de jugar con España que si no... Lo mismo es que el entrenador de Brasil no quiere a más de un Felipe en su plantilla, y se basta con él mismo, porque si no no se entiende que no cuente con nuestro Caballero del Zodiaco particular. Veremos si este nickname que se me acaba de ocurrir para Kasmirsky cala hondo o es una gilipollez más de las mías. Hoy por lo que se ve entre gilipollas anda el juego: el de la cafetería, los que hablan de que somos sufridores Sr. Rushmore's style y, por supuesto, yo mismo. Faltaría más.

Pero no vamos a irnos con este sabor tan agrio de boca, sino terminar como empezamos, es decir, con una referencia a una frase histórica de un rojiblanco con mayúsculas. Don Luis Aragonés, el mismo que marcó el gol que casi nos da la Copa de Europa, comentó sabiamente en su día en relación al concepto de "El Pupas":

"Si el Atlético es el pupas, el resto, ¿qué son, el costras?"

Y ya sí que les dejo, me marcho a sufrir hasta el próximo partido, pero por mi caótica vida, no por mi equipo de fútbol, que es la única certeza irrompible en ella. Mi Atleti y yo, yo y mi Atleti.

1 comentario:

jairo F.Quindós dijo...

Estamos rindiendo muy bien, espero que nos quede gasolina para todo el año por que podemos hacer algo grande esta temporada