domingo, 31 de agosto de 2014

Depresión post-parto


Melancólico me hallo tras el partido tan romo que se marcó nuestro Atleti el sábado. Solo le salvó un recurso primorosamente cuidado por técnicos y ejecutores. Los pequeños detalles cuentan, ya saben... Así anotaron Miranda y Mandžukić. Balsámico tanto del balcánico. Curiosamente marcaron los dos nombres propios que puso de ejemplo el técnico de nuestro rival para darnos cera. Reconozco que me tocó los cojones su arenga menospreciativa respecto al juego rojiblanco, ¿pero qué queremos? No deja de formar parte del fútbol, en ciertas cosas tenía razón,  y habrá que escuchar a los demás entrenadores la forma de motivar que tienen. Eso sí, cuando le atraquen en el Bernabéu o el Nou Camp espero que también vaya avisando a los suyos, que lo hicieron francamente bien. El equipo armero disfrazado de Celta ofreció una imagen muy digna en todo un Vicente Calderón, y si no fuera por su inocencia y nuestra eficacia en la pelota parada, otro gallo hubiera cantado. De museo el chicharrazo que metieron. Ojo con los guipuzcoanos y ojalá se salven. Sobre todo a partir de ese gran gol, todo fue un despropósito, y afortunadamente por no haber no hubo ni goles de ahí al fin. Fue un partido que hace unos años habríamos incluso perdido. Al menos el equipo conservó parte de su oficio y aguantó el marcador. Mal que bien, dadas las circunstancias, pero lo hizo. Una nueva segunda parte para llorar, y que recordó a las peores épocas no tan lejanas. Un equipo que salió sin chispa y languideció hasta el bendito pitido final. El año pasado vimos partidos malos de solemnidad, pero todos ellos cuando nos acercábamos al final de meta y con un liderato en la espalda. Ahora que esto acaba de comenzar, contra dos rivales sobre el papel asequibles, desmotiva este Atleti amanzanado y sin acabar. Tras haber visto a los nuevos, no cabe duda de que como dice el Cholo, habrá que trabajar muchísimo para obtener un rendimiento digno de la trayectoria actual de este equipo. Arda esta más en la clínica que en el césped, y es cada vez más necesaria su presencia al máximo nivel. También llega un italiano con cara de Vieri y esperemos que con un 20% del gol que tenía Il Bobo. Este año a priori no hay tanta diferencia con el banquillo del año pasado, y sin embargo es esta temporada cuando me estoy dando cuenta de la escasez de materia prima que tienen nuestro argentos entrenadores. Hay que ver cómo influyen los resultados de un equipo a la hora de valorar sus recursos... No entro en valorar hombre por hombre porque si no amanece antes de que acabe, pero tengo ilusión y zozobra a partes iguales a pesar de los fríos números. Porque es importante no cagarla en este tipo de encuentros. En esta salida en falso no hemos acabado mal. Eso sí, es necesario que nuestros Men in Black argentinos eliminen a los aliens de nuestras alineaciones a golpe de cañón sin dudar. Tienen que volver esos espartanos que peleaban cada balón sin pizca de abulia. Y recordemos, mejor será seguir con la hoja de ruta del game-by-game, y dejarse de ligas ni de medias. 

No es el mismo Atleti del año pasado, ni lo será, de hecho no hay nada malo en que no lo sea porque los peones no son los mismos. A pesar de la comezón de estos dos partidos, aún no me invade el fatalismo, estaría bueno... Yo sigo confiando en el núcleo duro que nos ha llevado a levantar un título de liga, aunque para la ejecución simbólica de este hecho haya habido que esperar más de tres meses. En su línea la lamentable la Federación Española de fútbol encabezada por su presidente. Este adjetivo es extensible a quien organizó la vuelta al ruedo de los campeones con tan poco público: algo falló cuando hubo tan poca gente que se quedó tras el final. Ahora llega un intervalo de selecciones en el que habrá que rezar porque no se lesione nadie. Don Raúl García ha recibido la convocatoria más merecida de la historia reciente, y por ello me alegro. Lo próximo es el derbi (mientras escribo esta mierda el Real va perdiendo de dos contra la Real que la semana pasada perdió con el Éibar). Partido fuera con los ciervos heridos, peor imposible. Mientras habrá que conformarse con el Mundobásket y los partidos de selecciones. Hay que mejorar cada día, del ayer no se acuerda casi nadie. 

La imagen que debió darse en el Camp Nou allá por mayo

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