miércoles, 21 de febrero de 2024

Ma non troppo

Lo que es quedar primero de grupo tras tanto tiempo y que te toque este pedazo de equipo. Tras una igualada primera parte, en la segunda San Siro se transformó en el Giuseppe Meada, porque el baile que nos pegaron fue bueno. Arnautovic, hijodeputa redomado, estuvo apunto de ser recordado por fallar hasta dejarnos un cero a cero inmerecido, pero no. Acabé impresionado con los italianos, que hace tiempo son mis preferidos de Milán, y lo seguirán siendo aunque nos eliminen. Qué equipazo, por favor. Poco a poco me iré viniendo arriba, quedan tres semanas eternas, aunque poco para que acabe el mes de la esperanza. Podemos adelantarnos y, si lo hacemos, ellos tendrán a su favor los penaltis y nosotros el estadio. Estuve tentado de sacar entrada, pero tan solo coqueteé con la cola virtual hace un siglo ya. Imposible. La eliminatoria, no tanto, pero muy chunga, no nos ceguemos tampoco. Para hacer unas gárgaras y quitarnos este amargor, quitemos un poquito de zoom y pensemos en hace diez años, en ese mismo escenario, cuando ganamos con gol de Costa al AC Milan, y todo lo que vino después. Si nos hubieran dicho ahí todo lo que hemos vivido hasta ahora, no hubiéramos creído nuestra suerte. 



martes, 13 de febrero de 2024

Nunca vienen solas

Las desgracias. "Morata se ha roto el cruzado". No lo quería creer, y por suerte fue menos. Encima hay que dar gracias no te jode... Yo estaba dispuesto a aguantar, a motivarme a su debido tiempo la víspera de cada partido de este truculento febrero pero... La situación es poco halagüeña con la lesión de Álvaro. Solo se me ocurre Griezmann como pieza más clave que él. Y ahora tenemos que ir a remontar a Bilbao y a aguantar a Milán sin él... No hablemos ya de los compromisos ligueros, donde tenemos que estar con un ojo en nuestros padres hijoputativos a ver si como anoche, pinchan en Almería y nos llevamos una alegría. Febrero se las trae, y yo asumo el reto, que me acuerdo de no tener más que liga hace un año, pero sin Morata en ese descanso forzado en forma de lesión... me hundo a poco que lo pienso. Me recuerda a cuando se lesionó Suárez en los últimos partidos de la liga 2021. Volviendo a Sevilla, siempre fue tierra hostil, apenas vi el partido, pero contaba con un empatito al menos. Con esa mentalidad pues así nos fue. Allí siempre que perdemos es de esa guisa, con fallando ocasiones claras, por la mínima, y sucumbiendo a los espasmos de raza palangana. Por si acaso, a animar a partir de ahora al resto de españoles en Europa, por si caemos a la quinta plaza (está dificilísimo quedar entre las dos mejores ligas) no quedarnos sin Champions como nos quedamos sin diecinueve para este mes clave. Desde ya me pongo la máscara de optimista, lo prometo.


Venían también dos copas internacionales, y llegó el fin de la fiesta. Dice Alberto Edjogo que alguien dijo que la Copa de África no es una competición, sino una celebración. En cualquier caso me la he gozado como nadie. Partidos con desenlaces siempre sorprendentes, cada vez con menos tópico malo, y con la misma pasión de siempre. Hasta he practicado mi francés con las rentransmisiones. Al final Costa de Marfil, tras estar enterrada hasta los ojos, resurgió en cada ronda para dejar a Nigeria sin un trofeo que a tenía su nombre. Sin desmerecer a Nsue, Mokoena, Mwabali o Secko Fofana, que están un puntito por encima, también se disputó la Copa de Asia, cosa inaudita. Allí brilló la aventura jordana que, tomando el relevo de la gesta tayika, se plantó en la final. Allí unos penaltis a la argentina otorgaron a una clínica Catar un triunfo que empezó cuando derrotaron en semis a la durísima Irán.

jueves, 8 de febrero de 2024

Desesperando

Desde Leipzig no recordaba un mazazo comparable. Esto de sentir que es la tuya, que incluso eres favorito, que hay que ganar, y llevarte esta bofetada continua de frustración. Ay, Reinildo de mi vida... Te perdono, pero ayer me mataste. Por si fuera poco luego se me paró el corazón cuando caíste raro en otro lance y creí que te habías roto. Estos hijos de puta que nos odian incluso cuidaron su equipación para creerse el Madrid y no llegan ni a Sevilla. Pero lo cierto es que el rival y su portero gigante no pasaron muchos apuros. Nunca olí la sangre aunque hicimos mucho más. De hecho el cruel marcador que no se lo creen ni ellos... ni yo aún. Como guinda de este pastel amargo, recorrimos todos los caminos de ida y vuelta de la angustia a la esperanza en menos de dos minutos con ese fueradejuegopenalty a Morata. Quedan tres largas semanas, tanto que febrero tendrá un día más para no dejar de creer en un, ahora más que nunca sueño, de ganar la Copa. Espero que los jugadores no estén tan pochos como yo, que creo que se puede remontar, pero solo quiero jugar ese partido, estoy desconcertado, los demás no me interesan y me viene a la cabeza "En carne viva" de Raphael, así de mal estoy hoy cagontó.

lunes, 5 de febrero de 2024

Levantarse

No apetecía. Casi nunca lo hace un derbi. Menos con esa Copa que la camarera ya está tirando a la vuelta de la barra. Lo pongo, gol de Brahim tras pinball contemplativo. Mal síntoma. Una ojeada de vez en cuando no era suficiente. No anoche. Tan importante es no darle la espalda al equipo en un derbi sin mayúsculas como el miércoles en esas semis que tanta ilusión me producen. Me incorporé en el minuto 52, tras el gol en fuera de juego del nuevo testamento de estos que se llevan ahora, y que yo estoy de acuerdo. Luego el Atleti puso un pie en el suelo, levantó una rodilla y se incorporó parcialmente entre un cóctel de caídas cérvidas en el área, que todas juntas distaron un par de centímetros, newtons o kilojulios para sumar un penalty (o que el marcador hubiera sido otro). Luego el tiempo pasaba rápido, y yo percibía que algo podía pasar si no nos habían matado ya. Y ahí pusimos los dos pies en tierra. Llorente (siempre sospeché que se iba a volver al Madrid cuando lo petó con nosotros) miró al cielo, y aunque al final ya habíamos dado la cara, ese empate raro a mí me dio un plus para levantarme al día siguiente entre mis propias dudas y temores. El tiempo de descanso de los nuestros es poco, el mío también, pero se me hace lenta la espera (hasta me he equivocado al etiquetar el partido y he puesto Athletic). No me falles Atleti. Tú siempre te levantas.


Marco Llorentini, minuto novantatre


jueves, 1 de febrero de 2024

Y volver a ganar


¿Desde cuándo el resto de derbis en casa son tan difíciles? El partido fue un tan espeso como la miel del color del rival. Vaya equipación rara, como nuestra alineación. Dicho esto, llegué en el 55. Últimamente me dejo el móvil sin querer cuando salgo y juega el Atleti, y casi que mejor. Luego, como infiero fue antes, fue un despropósito cercano al de mi cena. Dos fogonazos, en vez de uno, por lo de las líneas de la fe, fueron necesarias para ganar un partido que me dejó reventado. Me satisfizo más por la funcionarialidad de los tres puntos, muy útiles a futuro, que por el éxtasis de la victoria en sí. Porque el VAR me tiene enfermo. Esos trazos raros a posteriori... Inevitable pensar que son a capricho o cuando menos aleatorias, para eso deja seguir siempre. Y no hablemos de esos contactitos que ahora hacen que se revuelquen como perras para que arriba piquen dándole palante y patrás, y entonces llamen al de abajo, que rara vez va a desdecirles. Esta vez el tonto de Pep Chavarría ese, paradójicamente evitó tirar nuevamente las líneas en el inexpresable 2-1, quejándose de nada. Ojo, no digo que nosotros no lo hagamos, eh. Simplemente es asqueroso, aunque es una treta implícita de un mal menor como es el VAR, comparado con las injusticias de antes. Nunca vamos a estar contentos, aunque yo cada vez lo estoy más de que Memphis siga a lo suyo. Y Griezmann. Y De Paul. Y Barrios. Y Reynildios (puto gilipollas fui que se me olvidó ponerte en el Comunio). Y muchos más. Febrero espera como Tyranosaurus con piel de lobo.