lunes, 1 de abril de 2024

A gusto

Estos días anduve viendo vídeos de las promociones de mis primeros años futboleros. En una de ellas subieron por primera vez los rivales de anoche. Y ahora hace ya veinte años que un punto en ese horrible estadio no es malo. Me fui animando durante la semana, o mejor dicho, en los prolegómenos, con la equipación como espaldarazo final. Mi intuición, alguna vez tenía que ser, no se equivocaba. Creí y llegó esta balsámica victoria, sin olvidar que podríamos haber perdido pero aún menos sabiendo que hoy no solo no nos zarandearon, sino que jugamos bien mucho tiempo ante un equipazo "totalmente" que diría Joaquín. Me gustó de comentarista, así que déjate de gilipolleces fuera del fútbol, hombre. Lo que no me gustó fue el árbitro, qué tío más malo. Todo estaba en el alambre, pero logramos volver con los truculentos cambios del Cholo, que también parecían habernos liado. "Pa qué coño lo sacas?" Dijimos casi todos cuando salió Saúl. Será todo lo exjugador que sea, pero tiene gol, y con ese tirazo (vaya pase de Azpi) marca de la casa echando el cuerpo hacia delante nos dejó con sabor a gloria, en puestos europeos antes de seguir conquistando Europa. Porque tras este ejercicio de rebeldía, todo es perfecto para recibir este regalo que son los cuartos de final contra el Dortmund (artículo ya en el horno). Me alegro que quede aún más de una semana para saborear la previa infinita hasta esa tarde noche donde aún se verá el sol y olerá a azahar, para escenificar la Champions verdadera. 

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