domingo, 7 de enero de 2018

El factor Diego Costa

Ni yo mismo me esperaba tal diferencia respecto a tenerle o no. Diego Costa, en su primer partido como titular, no dejó indiferente a nadie. De primeras, se vio al Atleti mucho más suelto de cintura para arriba, aunque no es menos cierto que la presencia de Carrasco y Correa algo tendrían que ver también. Pero sobre todo lo bueno era que en esos primeros minutos se veían múltiples opciones cuando alguien pillaba el balón entre líneas. Es obvio que el temor, como dijo el Cholo, de la presencia del brasileño para la defensa rival es inigualable. Pero no solo eso. Él, en este caso con razón, fue el que protestó una falta recibida en una contra para incendiar el resto del partido la relación con el árbitro. Enfrente un Geta que trató de robar en la cárcel, esto es, un equipo muy bien plantado, intenso, con jugadores que se la fuman en pipa, que sabía a qué venía y encima con argumentos arriba. Antes del partido me había empapado un poco del equipo azulón en forma de una entrevista a su defensa Djené. Él mismo reconocía que eran el equipo que más faltas hacían, pero que eran tácticas. Entre eso, el sistema, y la forma de encarar el partido, a mí me recuerdan al equipo que en este día de Reyes se enfrentaba a ellos mismos. Por suerte, ni el entrenador, ni la plantilla, ni la experiencia son las mismas, y el Atleti se fue al descanso ganando con un grandísimo gol de Correa. Fue tan bello el remate del rosarino que eclipsó la gran maniobra de Antoine para asistirle. Con todos pendientes de Costa, Angelito no podía fallar. Y así siguió la segunda parte, con algunos rescoldos del fuego de la primera, y con un Atleti que puso el diapasón hasta esperar la oportunidad de sentenciar. Diego, en un dechado de fe, estuvo apunto de hacerlo un rato antes, pero se emborrachó de balón, como se decía antiguamente, y mandó el balón a donde se resguardaba la gente de la lluvia. Por cierto, ¿ayer hubo protesta del Frente Atlético algunos minutos o era solo el mal tiempo? El caso es que con el fondo sur ya poblado, nueva teleasistencia de Vrsaljko y gol de Gyp Rossetti, del lagarto, del que no deja indiferente a nadie. Y claro, el de Lleida estuvo bien, pero este era en el Calderón*, delante de todos los atléticos, y nuestro majara favorito no tuvo otra cosa que hacer que celebrar con la gente de ese fondo. Si lo hubiera metido en la primera parte allí no estaba ni Baltasar de resaca. Enseguida se lo dije a mi mujer, "eso es amarilla y ya tiene una", Albert Luque en la retransmisión también... Yo pensaba que el árbitro, con lo incongruente que estaba siendo, no le iba a expulsar, pero anda que no, así que merecidamente DC a la puta calle. Me recordó a una liada similar de Djalminha en el Dépor, que en un partido que se jugaban la liga marcó, se quitó la camiseta, que es otra gilipollez que se hace aunque cada vez menos, y se tuvo que largar también del campo. En ese caso perdieron dos puntos, aquí con el 2-0 y la reestructuración del Cholo poco hubo que sudar. De ahí al final el Getafe trató de arrinconar pero no llegó ni a desabrochar un botón. Lo mejor tras la expulsión fue el último estertor del partido, cuando Torres se lió a caracolear entre tres o cuatro fosforitos. Todo el mundo se ha dado cuenta de que tenemos algo más de lo que teníamos hasta diciembre, una carta en la manga, un arma más, aunque a veces sea de doble filo. Nos vamos a divertir. Para empezar a ver quién es el feo que le sustituye en Éibar.


*en vez de corregirlo y poner Metropolitano, mantengo la errata como pequeño homenaje a nuestro querido estadio.

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